La poda tardía como técnica agronómica para retrasar la brotación y la maduración de la uva
- E.P. Pérez-Álvarez 1
- A. Martínez-Moreno 2
- A. Benítez-Jiménez
- A. Soriano-Gil
- M. Parra 3
- R. Gil-Muñoz 4
- D.S. Intrigliolo 5
- 1 Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino (ICVV)
-
2
Universidad de Murcia
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-
3
Centro de Edafología y Biología aplicada del Segura
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- 4 Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental
- 5 Centro de Investigaciones sobre Desertificación (CIDE)
ISSN: 2013-6099
Año de publicación: 2022
Título del ejemplar: Proyecto RIS3Murcia Vid4Vino
Número: 76
Tipo: Artículo
Otras publicaciones en: Enoviticultura
Resumen
Con el objetivo de estudiar la influencia de la técnica de la poda tardía en la mitigación de los desequilibrios madurativos de las uvas, se han comparado, durante tres añadas y, sobre cepas de la variedad ‘Monastrell’ en un clima semiárido, los efectos de dos podas tardías realizadas en primavera, respecto a una poda convencional de invierno. Las podas tardías retrasaron el momento de vendimia de las uvas aproximadamente una semana. Al tercer año de ensayo, la poda tardía se tradujo en una merma productiva, ligada principalmente a la disminución del peso medio del racimo. A igualdad de sólidos totales, las uvas de la poda más tardía (realizada 10 días después de que empezaran a brotar las yemas) presentaron menor pH que las de los otros tratamientos, lo que puede afectar a la estabilidad microbiológica de los vinos durante la fermentación. En los vinos, la poda tardía redujo el contenido alcohólico, la acidez total, el ácido málico y los parámetros de color respecto a los vinos de la poda convencional. En consecuencia, la poda tardía es una técnica prometedora para retrasar el ciclo fenológico en climas semiáridos y reducir el contenido alcohólico de los vinos. Sin embargo, hacen falta más estudios para valorar su repercusión en la composición fenólica de los vinos.