Participación y comunicación en las estrategias territoriales comunitariasReflexiones desde la práctica

Laburpena

Los gobiernos locales se enfrentan a un doble desafío. Por una parte, los cambios a nivel económico, sociopolítico y ambiental requieren de decisiones rápidas y respuestas flexibles. Y porotra, la ciudadanía demanda mayores espacios de participación en los asuntos que le conciernendirectamente. Ello exige una revisión obligada de las fuentes, las normativas y los mecanismosactuales, así como la aplicación de principios basados en la transparencia y la mejora del accesoa la información, fomentando, a su vez, la implicación en todo el proceso que conduce a la adopción de medidas de forma conjunta. En este sentido, se necesita buscar modelos empíricos ycanales de difusión adecuados para que las demandas ciudadanas se puedan hacer efectivas.Aplicando la sociopraxis inspirada en metodologías cuantitativas y cualitativas que favorecen losdiagnósticos participativos y los posteriores programas ejecutivos, realizamos un análisis comparado de dos planes estratégicos propositivos llevados a cabo en la provincia de Alicante: la Estrategia Participativa de Petrer y la Estrategia de Villena + Innovación. Uno de los principales aprendizajes obtenidos consiste en atribuir a la comunicación una triple dimensión holística, funcionaly pragmática como instrumento imprescindible para informar y conectar con la comunidad. Laciudadanía tiene que conocer, comprender y comprometerse en aquellas cuestiones que le atañen a corto y largo plazo. Conviene rescatar el término “comunicación” de su consideración exclusivamente mediática o supeditada a la lógica capitalista, para atribuirle “posibilidades inéditasde intercambio de opiniones y debates entre los ciudadanos” (Hénaff, 2008: 115). Según Sierra(2016b:17), “sin comunicación ninguna estructura social logra integrarse en un proceso de cambio, condenando al fracaso todo proyecto local de mediación”. Así pues, comunicar supone transferir, intercambiar e interactuar.