Anatomía del Lenguaje Fascista"Madrid, de Corte a checa", de Agustín de Foxá

  1. Marcelo Iraultza Urralburu García 1
  1. 1 Universitat de Barcelona
    info

    Universitat de Barcelona

    Barcelona, España

    ROR https://ror.org/021018s57

Revista:
Tropelias: Revista de teoría de la literatura y literatura comparada

ISSN: 1132-2373

Año de publicación: 2020

Número: 33

Páginas: 276-292

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Tropelias: Revista de teoría de la literatura y literatura comparada

Resumen

El siguiente estudio tiene por objeto las materialización lingüística concreta que tiene el pensamiento fascista de Agustín de Foxá en su novela Madrid, de Corte a checa (1938). Para ello, partimos de los estudios sobre el lenguaje nazi llevados a cabo por Klaus Theweleit y la aplicación que hace Jonathan Littell de los resultados sobre los textos de Léon Degrelle. La premisa es que la psicopatología del soldado fascista tiene una estructura alternativa a la establecida en la propuesta freudiana, configurándose a partir de un yo-caparazón sometido a la permanente presión de sus pulsiones deseantes. El fascista, entonces, exterioriza sus problemáticas íntimas proyectando su odio hacia lo femenino y lo líquido como elementos inestabilizadores. Agustín de Foxá fue un escritor falangista muy próximo en su ideología a las formas más puras del fascismo europeo, es decir, como movimiento derivado de una sensación de decadencia moral y que responde a una determinada interpretación de la modernidad, como ha venido estudiando Roger Griffin. De este modo, constituye un ejemplo poco común dentro de las tendencias políticas del franquismo español y merece ser considerado aparte por tratarse el fascismo, según las palabras de Theweleit, de una «modalidad […] de producción de lo real». Con esto nos referimos a su carácter organizativo de la realidad a partir de sus propias necesidades psicopatológicas, y cómo estas afectan a la articulación de un lenguaje fascista en relación con la descripción de los personajes masculinos y femeninos, y la animalización de los republicanos como forma de legitimación bélica.