El artista español y su representación en el Siglo XVIII

  1. GACTO SANCHEZ, Marina
Dirigida por:
  1. Cristóbal Belda Navarro Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 14 de diciembre de 2011

Tribunal:
  1. Alfredo José Morales Martínez Presidente/a
  2. Manuel Jesús Pérez Sánchez Secretario/a
  3. Rafael Jesús López-Guzmán Guzmán Vocal
  4. Francisco Florit Durán Vocal
  5. Karin Hellwig Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 113586 DIALNET

Resumen

En este trabajo abordamos el análisis de la situación social del artista durante el siglo XVIII utilizando dos plataformas de información: por un lado la literatura artística consultada y, por otro, las fuentes plásticas disponibles. El tema presenta rasgos de interés y ha recibido escasa atención en trabajos previos. Hasta hace unas décadas, el Setecientos español se consideraba un siglo con pocos avances en el campo de la investigación artística, sobre todo en comparación con etapas anteriores e incluso con otras disciplinas como la literatura o la historia. Se trata de un momento artístico con frecuencia denostado. En nuestro recorrido por el panorama artístico de ese siglo, establecemos las bases sobre las que se apoya la imagen del artista como genio creador en las artes plásticas. Tanto la biografía como el retrato comienzan a aparecer como una consecuencia derivada de la fama y de la posición social que los artistas objeto de estudio llegaron a alcanzar. Su forma de vestir, los elementos que integran el entorno en el que se representan, la intencionada imagen ideal que proyectan de sí mismos o los escritos elogiosos que revelan aspectos de su personalidad más allá de lo desvelado por las propias obras de arte, son aspectos prácticamente desconocidos que, en nuestra opinión, merecían una investigación detallada. Los retratos que estudiamos buscan ofrecer una imagen institucionalizada de respetabilidad, al igual que las biografías, elogios y memorias tratan de presentar una dignificación del individuo mediante el testimonio literario. Estos textos biográficos contienen ciertas fórmulas comunes y se ajustan a unas convenciones que les despojan de espontaneidad. En general, recogen una vida de aplausos, de reconocimientos académicos y personales, de viajes, amistades y epístolas donde queda plasmada esa imagen general de éxito. Por otro lado, en las narraciones quedan patentes las muestras de patriotismo de los escritores al presentar a los artistas como ejemplos de laboriosidad, utilidad y enseñanza, al igual que los propios artistas señalaban en sus autorretratos. La realidad jurídica y social del artista es otra de las claves que abordamos. Los rasgos fundamentales del programa artístico propio del despotismo ilustrado pueden resumirse aludiendo al decoro de la majestad -la alta significación ético-política de las artes-, al pragmatismo, e incluso, al cosmopolitismo académico. Se trata de un programa que está inserto en un sistema cultural donde los ilustrados comparan siempre nuestro retraso al de otras naciones y se lamentan de nuestra "decadencia" artística. A pesar de la nobleza dada a los académicos, su poder será de naturaleza ficticia, dependiendo sus decisiones de los duques, marqueses y condes presentes en la Corporación tras la puesta en práctica de los Estatutos de 1757. En este marco teórico estudiamos la efigie de numerosos artistas destacados dentro del ámbito académico y del círculo regio hispano, comparando sus biografías y retratos. Marcamos las pautas de lo que será su valoración social y analizamos la revalorización de su profesión.