Determinantes del gasto social de las Comunidades Autónomas en el período 1996-2011

  1. Martinez Sanchez, Octavio
Dirigida por:
  1. Francisco José Bastida Albaladejo Director
  2. Bernardino Benito López Director

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 16 de febrero de 2015

Tribunal:
  1. Vicente Montesinos Julve Presidente/a
  2. María Dolores Guillamón López Secretaria
  3. María Isabel Brusca Alijarde Vocal
  4. Andrés Navarro Galera Vocal
  5. Manuel Pedro Rodríguez Bolívar Vocal
Departamento:
  1. Economía Financiera y Contabilidad

Tipo: Tesis

Resumen

RESUMEN El objeto de este estudio es intentar explicar cuáles son los determinantes del gasto social a lo largo del periodo que va desde 1996 a 2011 para las 17 comunidades autónomas (CCAA) que integran España. El gasto social lo vamos a descomponer en sus tres grandes partidas: educación, sanidad y protección social. Para ello se han analizado los distintos presupuestos de gastos de cada una de las CCAA desde el punto de vista de su clasificación funcional, es decir, atendiendo al destino final de los recursos financieros empleados en los mismos. Para este propósito realizamos en un primer momento un análisis descriptivo de los distintos presupuestos autonómicos, y después nos centramos en el análisis de los factores políticos, sociales y económicos que determinan o influyen en estas políticas. Del análisis estadístico realizado sobre los porcentajes relativos de las distintas áreas presupuestarias y sobre el gasto per cápita de las mismas, hemos de resaltar los incrementos en los presupuestos reales hasta el año 2009, a pesar del incremento de la población para el periodo de estudio y por encima del crecimiento del PIB. Destacar también el elevado peso relativo del área de "Producción de Bienes Públicos de Carácter Preferente", superando el 55% del total del presupuesto y poner de manifiesto que en el orden de importancia relativa de las distintas partidas de gasto autonómico destaca el gasto sanitario (33%), seguido del gasto en educación (22%), encontrándose la política de protección social en cuarto lugar hasta el 2008, para después ascender una posición en los años de crisis 2009 y 2010. En cuanto a la distribución de los distintos presupuestos per cápita, sanitario, educativo y protección social, entre las distintas CCAA mencionar la falta de homogeneidad del mismo entre todas ellas. El análisis econométrico se ha basado en una revisión de la literatura sobre los determinantes del gasto de cada una de las políticas analizadas, y en función de ésta hemos realizado una selección de las variables que luego utilizamos en nuestro estudio. Una vez definida nuestra muestra, observamos que los datos, integrados por observaciones de series temporales sobre una muestra de unidades individuales que se repiten en el tiempo, constituyen un panel equilibrado. Para trabajar con estos datos, una opción eficiente y no sesgada consiste en utilizar variables instrumentales y el método generalizado de los momentos (GMM). Utilizando éste, realizamos varias regresiones para cada una de las partidas de gasto, exponiendo sus resultados, la discusión de los mismos y sus conclusiones. Destacan entre los resultados del gasto sanitario que la variable dependiente retrasada resulta significativa, que las variables poblacionales utilizadas que miden determinados intervalos de edad tengan escasa influencia, así como que la proporción de extranjeros sí condicione positivamente un mayor gasto en sanidad y, sin embargo, el nivel de renta y un mayor gasto tecnológico tengan una influencia menos relevante de lo que en principio era de esperar. De los resultados del análisis del gasto en protección social merece señalarse la influencia positiva en el gasto tanto de los gobiernos progresistas como de la aparición de la crisis económica, así como destacar también el impacto positivo de una mayor tasa de desempleo y de una proporción de población mayor de 65 años sobre este tipo de políticas. Por último, y con respecto al gasto en educación, citar que el gasto educativo pasado sí influye en el actual, pero en sentido negativo, que los gobiernos de izquierda gastan más, que una sociedad más plural conlleva un mayor gasto educativo, y que un mayor nivel económico también supone un mayor gasto.