Aspectos bioéticos de la adecuación del esfuerzo terapéutico en el final de la vidaun estudio empírico en profesionales sanitarios de las Islas Baleares

  1. Gómez Pérez, Cindia
Dirigida por:
  1. Diego José García Capilla Director
  2. Ana Belén Sánchez García Directora

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 31 de octubre de 2023

Tribunal:
  1. Andrés Fontalba Navas Presidente/a
  2. María Montserrat Sánchez Ortuño Secretaria
  3. María José Torralba Madrid Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Introducción: De las nuevas tecnologías y los actuales cuidados en soporte vital avanzado que permiten sustentar artificialmente diferentes funciones vitales, han emergido nuevos dilemas éticos que obligan al profesional sanitario replantearse el límite del esfuerzo terapéutico. Esta explosión hizo evidente que los nuevos avances tecnológicos, usados inapropiadamente, pueden no salvar vidas, pero sí transformar la muerte en un proceso miserable, indigno y prolongado. Las acciones de no iniciar, retirar o mantener medidas terapéuticas resultan complejas para los profesionales sanitarios y sus actuaciones deben estar fundamentadas en la reflexión prudente, informada, discutida y compartida por el equipo. Objetivos: Analizar las actitudes de los profesionales sanitarios de las Islas Baleares en relación con los cuidados básicos al final de la vida y la adecuación del esfuerzo terapéutico. Metodología: Estudio descriptivo cuantitativo y transversal realizado a enfermeras y médicos de diferentes servicios asistenciales de las Islas Baleares implicados en el cuidado del paciente terminal con el fin de observar si sus experiencias, creencias y valores intervienen en sus actuaciones clínicas. Se llevó a cabo mediante un cuestionario agrupado en 4 temáticas: los cuidados básicos al final de la vida y la adecuación del esfuerzo terapéutico, la atención al paciente terminal, la escala de Bugen de afrontamiento de la muerte y la escala de actitudes ante los cuidados paliativos. Resultados: El estudio fue realizado de marzo a mayo de 2022. Se obtuvo una muestra total de 456 profesionales sanitarios que firmaron un consentimiento informado. Los cuidados más considerados como básicos fueron: la medicación para aliviar el dolor, la higiene corporal y los cuidados de la boca. Menos de la mitad considera tener los conocimientos y habilidades necesarias para cuidar a los pacientes y sus familias en el proceso de morir. Los profesionales sanitarios creyentes fueron menos partidarios que los no creyentes de retirar una sonda nasogástrica para nutrir a un paciente terminal (p=0,009), indicaron en mayor medida considerar aspectos físicos, psicológicos y espirituales en el tratamiento del dolor (p=0,025), informar del registro de las voluntades anticipadas (VA) (p=0,011) y consultarlas (p=0,02). Los profesionales sanitarios hombres consideraron en mayor medida como cuidados básicos al final de la vida los cambios posturales (p=0,038), el sondaje vesical (p<0,001), el sondaje nasogástrico (p=0,001), la sueroterapia (p<0,001) y la cura de heridas (p<0,001). Las profesionales mujeres indicaron en mayor proporción la sueroterapia (p=0,041) y la nutrición enteral (p=0,037) como medidas desproporcionadas en un paciente terminal. Los profesionales sanitarios de atención hospitalaria (AH) y primaria (AP) tuvieron consideraciones similares sobre los cuidados considerados básicos en el final de la vida y la adecuación del esfuerzo terapéutico. Mayores porcentajes de profesionales de AH indicaron tratar correctamente los síntomas del enfermo, tener en cuenta aspectos culturales y ofrecerle acceso al guía espiritual. Manifestaron tener más recursos para prestar cuidados paliativos (p=0,007) y menos angustia ante diversas situaciones paliativas(p<0,001). Resultaron diferencias estadísticamente significativas en enfermeras y médicos al clasificar la mayoría de los cuidados básicos del final de la vida. Las enfermeras afirmaron que no se conoce ni consultan las VA y no se evalúa ni trata el dolor con eficacia. Los médicos presentaron mejor afrontamiento de la muerte (p=0,012). Los profesionales sanitarios con menos experiencia laboral indicaron menos capacidades para cuidar a pacientes en el proceso de morir y presentaron peor afrontamiento de la muerte. Aquellos con más experiencia tuvieron actitudes más positivas ante los cuidados paliativos. Conclusiones: La adecuación del esfuerzo terapéutico se encuentra justificada desde la bioética y fundamentada en el principio de no maleficencia. Para favorecer una correcta atención al paciente terminal y los cuidados paliativos es necesario fomentar los conocimientos en ética, en habilidades de comunicación y en procesos deliberativos. Uno de los mayores retos a los que tendrá que enfrentarse el profesional sanitario será al acompañamiento al final de la vida y la prestación de unos cuidados paliativos de calidad, por lo que la formación competencial en ética, en comunicación de malas noticias y en procesos deliberativos facilitará la toma de decisiones y asegurarán cuidados de calidad.