El mecenazgo artístico del cardenal D. Pedro González de Mendoza del medievo al renacimiento

Resumen

La familia Mendoza con origen en Álava fue uno de los linajes más importantes de la corona Castilla desde la Alta Edad Media. Su trascendencia en la historia de España está fuera de toda duda, ya que consolidaron su linaje durante la Reconquista interviniendo junto a los Trastámara en las principales empresas bélicas y asuntos de estado. Con posesiones en el norte de Castilla y Andalucía, se establecieron en Guadalajara, donde llevaron a cabo un importante mecenazgo arquitectónico y religioso. En este trabajo de investigación se estudiarán los miembros de este linaje, que vivieron en la segunda mitad del siglo XV y primera mitad del XVI por ser excelentes mecenas de las artes, considerados por la historiografía como los introductores de la nueva estética renacentista. Dentro del linaje, D. Pedro González de Mendoza, consejero de Castilla, diplomático, obispo-guerrero y líder indiscutible de su familia, tuvo una excelente formación humanística. En el ámbito artístico está considerado como uno de los miembros de su linaje responsable de la introducción de las formas renacentistas en Castilla. Sin duda, el cardenal Mendoza fue uno de los hombres más ricos y poderosos de la Castilla de finales del siglo XV, ya que algunos de los viajeros que visitaron nuestro país en aquella época nos dejaron testimonio de sus gustos, y de la suntuosidad y belleza de sus obras artísticas. En las crónicas de la época su nombre aparece ligado a casi todos los episodios relacionados con el reinado de los Reyes Católicos, interviniendo en decisiones de gran envergadura, por lo que llegó a ser llamado el Tercer Rey de España. Su carrera eclesiástica llegaba a la cima con 54 años cuando es nombrado arzobispo de Toledo. Coleccionista y con una de las bibliotecas más importantes de Europa, extenderá su patronazgo artístico por Castilla, Roma y Jerusalén, del que será Patriarca. En este estudio se analizarán las principales empresas artísticas realizadas en Castilla; así, en Valladolid, el Colegio Mayor de Santa Cruz, finalizado en 1492, considerado como el primer edificio donde encontramos la estética renacentista, realizado para la promoción de la cultura universitaria. En Toledo, el Hospital de Santa Cruz, obra de gran magnanimidad, será el último proyecto del cardenal, dentro de la política hospitalaria que se estaba realizando en aquel momento en Castilla y donde encontramos otro de los ejemplos prototipo de la arquitectura renacentista. A este hospital, legará todos sus bienes, con el objetivo de dotarlo y mantenerlo, dejando constancia de ello en su testamento del que sería albacea la reina Isabel la Católica. En la catedral Primada, como arzobispo de Toledo, emprenderá una de las empresas más bellas del gótico tardío, la sillería baja del coro, otro de los magníficos legados para la posteridad, donde dejará constancia de uno de los episodios más importantes y trascendentales del reinado de los Reyes Católicos: la guerra de Granada, esa Cruzada de la Cristiandad, en la que estuvo presente con sus huestes y donde reflejará las gestas de la rendición de plazas y fortalezas. Las vidrieras, el trascoro, la reja del atrio de la Chapinería y su sepulcro, también en la Primada, serán el reflejo de su sensibilidad estética. En Guadalajara, su palacio, heredado de su padre, el I marqués de Santillana, gozó de gran fama en el siglo XV y XVI, siendo un edificio donde la arquitectura se convierte en símbolo de poder y en la que sobre una traza al más puro gótico, se introducirán cambios en la decoración y otros elementos formales, por lo que también será considerado como prototipo del nuevo lenguaje. En Sigüenza, financió importantes obras en la catedral, como el coro, el púlpito y otras obras de reparación y remodelación. Impulsó la Universidad cuyo precedente fue el Colegio Grande de San Antonio de Portacelli y la remodelación urbanística de su plaza Mayor, por lo que ha sido considerado como uno de los impulsores del urbanismo renacentista en Castilla. Por último, en la catedral de El Burgo de Osma, llevará empresas artísticas de menor envergadura en la portada principal del mediodía, la sacristía y el púlpito del Evangelio. Trabajarían para él, arquitectos, escultores y pintores, no solo españoles, sino también, artistas extranjeros que traerán consigo las tradiciones de aquellos países de origen. Todo ello ha hecho que el Gran Cardenal haya sido glorificado por biógrafos y cronistas, quedando su impronta en todas aquellas empresas que patrocinó. En este trabajo de investigación se tratará la importancia de su mecenazgo cultural y artístico en conjunto, en el contexto de la Castilla de finales del siglo XV y principios del XVI, asociado al interés del cardenal por perpetuar la fama y prestigio de su linaje, utilizando el arte y la cultura al servicio de su propia propaganda.