Vecindad y guerracorporaciones milicianas y el concejo de la ciudad de Murcia, 1700-1769

Resumen

En el marco temporal del siglo XVIII, incurso en la corriente uniformadora y centralista impulsada por la dinastía angevina recién llegada a la Monarquía Hispánica, se produjo un proceso acelerado de disolución de la ciudad como ente republicano, consignatario de autonomía política, económica y defensiva. Estos hechos fueron coincidentes, con una fase aguda dirigida a lograr el monopolio sobre los instrumentos dirigidos al ejercicio de la violencia legítima, una ambición que había distinguido a los distintos reyes castellanos durante tiempos tardomedievales y modernos. Felipe V junto a sus sucesores percibieron una coyuntura propicia para consumar este propósito, en una centuria plagada de conflictos bélicos prácticamente ininterrumpidos, y sustentado en la implantación de nuevos agentes e instituciones de la Corona sobre el ámbito territorial. Un movimiento cuasi revolucionario y transformador, cuyos efectos sobre la autonomía municipal alcanzaron plenamente a los equilibrios del sistema de negociación e intercambio, entre el monarca y las elites patricias de las ciudades. En este entorno, el objetivo primario de la presente tesis está situado en la investigación del fenómeno de las corporaciones milicianas en el espacio local castellano, y sus correlaciones con las corporaciones de carácter militar y miliciano fijadas en el ámbito central de la monarquía. Se ha tomado como muestra de estudio a la ciudad de Murcia, dada la estabilidad de su entramado organizativo e institucional en el campo de la defensa, y la pervivencia operacional de una corporación armada de carácter municipal, la Milicia de las Parroquias, adscrita directamente al Concejo. Partiendo de un planteamiento diacrónico que busca enlazar con los trabajos y diseños ya publicados sobre la materia, se ha pretendido realizar la investigación sobre una nueva perspectiva, ampliando el enfoque de las entidades milicianas urbanas desde el campo social o político, o la vertiente de ciudadanía/vecindad, a otros complementarios como sus interrelaciones con el campo militar, jurídico e institucional. Ha sido abordada la formación e implantación del regimiento de la Milicia Provincial en el reino de Murcia, unido a la evolución de los cargos y entes dentro del Concejo, arbitrados para hacer posible este reto, unido a la diversidad de tareas delegadas por el rey en el ámbito militar, tales como el reclutamiento y la asistencia a las tropas reales en tránsito, o estacionadas en la ciudad. La evolución y consolidación del fenómeno corporativo militar/miliciano en la edad moderna se produjo sobre base de un corpus jurídico emitido por los distintos reyes, determinando la creación de un fuero específico para sus componentes, del que fueron dotadas aquellas de adscripción real, siendo imitadas por los concejos respecto a las corporaciones armadas de carácter local. La situación expuesta delimitó a su vez la posición del individuo, en cuanto a los servicios militares prestados al monarca y su inserción en la comunidad política, bien como súbdito o desde su condición de vecino de una población, relacionándose con las variaciones producidas en la medida que las corporaciones armadas se creaban, transformaban o desaparecían generando nuevos nexos y la adscripción a otro fuero. La monarquía rompía algunos de los vínculos colaborativos y emocionales del vecino respecto a su ciudad, a través del servicio de las armas y la defensa de la comunidad inmediata, para sustituirlos por otros de una dimensión superior tanto territorial como anímica, la patria más allá de la localidad y la vecindad. A partir del segundo tercio del siglo XVIII se asiste a un cambio en el paradigma de dominación, que se percibe a través de la irrupción por la administración borbónica, en los espacios hasta entonces propios de la autonomía política, hacendística y defensiva de las ciudades. Su efecto determinó la disolución/absorción de las antiguas corporaciones armadas municipales, mediante la estructura de gobierno del rey en los territorios castellanos, caso de la fuerza de las parroquias en Murcia, y la implantación simultanea de una propia adscrita a la Corona, la Milicia Provincial. Un proceso que se afrontó mediante un ejercicio simple de soberanía patrimonialista propia de los Borbones, al margen casi de cualquier negociación con las élites locales, modificando los modelos anteriores de mediación e intercambio.