Función de la proteína CarF en la transducción de la señal luminosa en la bacteria "Myxococcus xanthus" y su conservación en eucariotas superiores

  1. Monera Girona, Antonio Joaquín
Dirigida por:
  1. Montserrat Elías-Arnanz Directora
  2. Marta Fontes Directora

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 16 de noviembre de 2022

Tribunal:
  1. Jesús Balsinde Rodríguez Presidente/a
  2. María L. Cayuela Fuentes Secretario/a
  3. Javier Abellón Ruiz Vocal
Departamento:
  1. Genética y Microbiología

Tipo: Tesis

Resumen

La proteína membranal CarF desempeña un papel clave en una de las dos rutas que operan en Myxococcus xanthus para percibir la luz azul y defenderse del estrés fotooxidativo derivado de la fotoexcitación de la protoporfirina IX y la consiguiente formación de oxígeno singlete (1O2). Recientemente, hemos desvelado que CarF es la desaturasa de plasmaniletanolamina (PEDS1) que genera el enlace vinil-éter de los plasmalógenos, y que son estos glicerofosfolípidos especiales los que, de algún modo, señalizan el estrés fotooxidativo. El objetivo global de este trabajo ha sido profundizar en el modo de acción de CarF y sus homólogos de animales, la biosíntesis de los plasmalógenos y sus precursores con enlace éter en M. xanthus, y el novedoso mecanismo molecular de percepción de la luz a través de los plasmalógenos. CarF presenta 12 histidinas citoplásmicas, 8 de las cuales se conservan en todos sus homólogos (de mixobacterias, Leptospiraceae y Alphaproteobacteria, entre las bacterias; de animales y plantas, entre los eucariotas). El análisis realizado reveló que existe una buena correlación entre el grado de conservación de las histidinas y su importancia funcional. Entre las histidinas no conservadas en todos los homólogos, cabe destacar la H113, importante para la función de CarF y presente solo en los homólogos de animales, Myxoccocales y Leptospiraceae. Algunas de las histidinas de CarF podrían participar en la formación de un complejo de di-hierro en el centro activo. Consistente con ello, la preparación de CarF purificada, tras expresión heteróloga y solubilización en Foscolina-12, mostró la presencia de hierro (~2Fe:1CarF). En dicha preparación, que presentó cierta actividad PEDS1, CarF manifestó una tendencia a formar homomultímeros cuya relevancia funcional se desconoce. Para obtener una preparación de CarF más apta para futuros estudios, se probaron diversas estrategias: expresión de versiones truncadas, expresión de CarF en un ambiente con lípidos éter, expresión de proteínas homólogas, y solubilización de CarF en nanodiscos poliméricos. A pesar de la enorme distancia evolutiva entre las mixobacterias y los animales, todos los homólogos de animales probados, incluido el humano, complementaron la falta de CarF en M. xanthus. Por el contrario, no lo hicieron ni los homólogos de plantas ni el de Alphaproteobacteria analizados. Así pues, como CarF, sus homólogos de animales se corresponden con la PEDS1, cuya identidad había sido una incógnita durante casi 50 años. A diferencia de mamíferos, M. xanthus dispone de dos rutas para sintetizar los precursores de los plasmalógenos: una principal, ampliamente distribuida en mixobacterias, en la que interviene la proteína multidominio ElbD (y, posiblemente, otros productos génicos del operón elbA-E); otra, auxiliar y restringida al género Myxococcus, en la que intervienen los tres productos génicos del operón MXAN_1676-1674. Los análisis experimentales y comparativos permiten postular en qué pasos de la biosíntesis de los lípidos éter precursores podrían participar los genes de cada operón en la ruta correspondiente. El trabajo realizado demuestra que el único determinante de los plasmalógenos imprescindible para su papel en M. xanthus es el enlace vinil-éter. La susceptibilidad de dicho enlace a la rotura por 1O2, dando lugar a un aldehído graso y un liso-fosfolípido, podría explicar cómo los plasmalógenos señalizan el estrés fotooxidativo. Sin embargo, mientras que in vitro se detectó una rotura acusada del plasmalógeno por 1O2, in vivo dicha rotura fue sutil. Cabe pensar, por tanto, que M. xanthus haya desarrollado un sistema extremadamente sensible para percibir la mínima cantidad de plasmalógeno roto y desencadenar la respuesta fotoprotectora, evitando los efectos tóxicos que generarían un exceso de productos de degradación del plasmalógeno. Para facilitar el estudio de este complejo mecanismo se han empezado a poner a punto técnicas más sofisticadas como la “química clic”.