La exégesis como instrumento de creación culturalel testimonio de las obras de Gregorio de Elbira
ISSN: 0214-7165
Ano de publicación: 2000
Título do exemplar: La exégesis como instrumento de creación cultural. El testimonio de las obras de Gregorio de Elbira
Número: 17
Páxinas: 13-274
Tipo: Artigo
Outras publicacións en: Antigüedad y cristianismo: revista de estudios sobre antigüedad tardía
Resumo
La figura del obispo hispánico Gregorio de Elbira (muerto hacia el 392) y su obra literaria han permanecido durante mucho tiempo en la oscuridad. Apenas sería hoy día una referencia más en el De viril Illustribus de San Jerónimo o poco más que un nombre semilegendario de una personalidad taumatúrgica mencionado entre los escritos de Marcelino y Faustino, y otras pocas fuentes, de no ser por la labor de recuperación y edición de sus obras llevada a cabo por la investigación moderna. Por ello, quizá nunca se subraye demasiado, que sus escritos se empezaron a recuperar a partir de una fecha tan relativamente reciente como 1906, gracias a la labor de A. Wilmart, que posibilitó la identificación y el análisis comparativo de obras genuina-mente gregorianas, dejando al descubierto la obra homilética y teológica de este obispo, provin-cial y antiarriano, del siglo IV. No conviene olvidar tampoco un hecho cierto: que no todas las obras de Gregorio de Elbira han llegado hasta nosotros. La recuperación (recuperación que es parcial, hasta que no se demuestre lo contrario) del patrimonio literario de Gregorio de Elbira fue una verdadera novedad y en palabras de Manlio Simonetti, una verdadera hazaña de la filología moderna. Cuando apareció parte de la obra perdida del obispo de Elbira, se dirigió de nuevo la atención sobre la personalidad de este Padre casi olvidado de la Iglesia hispánica, lo que supuso una primera aproximación desde el punto de vista doctrinal y teológico. Esto contribuyó de alguna manera a cierta marginación desde el campo de los estudios de la Historia pura (tanto de la historia «civil» como de la historia «cultural»). La ausencia de datos «reales» en la obra gregoriana (en el sentido de que no hay casi nada que «describa» la realidad material del siglo IV), no parecía hablar a favor de la consideración de estos comentarios bíblicos como una fuente histórica en el sentido habitual de la expresión, fuera del ámbito teológico-doctrinal. Sin embargo, lo que pretendemos demostrar en este trabajo es precisamente lo contrario: que la figura del obispo bético y su obra no son algo únicamente importante para la historia doctrinal de la Hispania romana, sino que puede ayudar también a reconstruir efectivamente la historia de la Península Ibérica en una época en que la documentación escasea. La obra del obispo bético refleja un auténtico proceso creador de cosmovisiones, que definen el mundo del Bajo Imperio, mundo con del que la Bética romana forma parte integrante. Este proceso creador utiliza la exégesis bíblica de tendencia alegórica como auténtico medio de expresión. Creemos que la obra gregoriana puede llegar a constituirse en una atalaya privilegiada desde donde se puede contemplar la vida religiosa tal y como era entendida en una pequeña ciudad bética de la Hispania romana, así como la concepción del tiempo y del poder, del cuerpo social, de las minorías políticas y los problemas derivados de los conflictos contra los «enemigos» de la Iglesia, herejes, judíos y paganos, es decir, todos los elementos que definen la sociedad romana del siglo IV, y todo ello formulado a través del comentario bíblico, fuente esencial de creación cultural en este momento histórico. Gregorio de Elbira es representante de una situación nueva y su obra representa la materialización de la ideología naciente en la que preocupaciones de corte religioso están suplantando la vieja concepción civil de ciuitas y están proporcionando otra completamente nueva, una ciuitas celestial. Es testimonio de un cambio social y de mentalidad, que muestra la transición de una sociedad civil a una sociedad de mentalidad casi monástica. Gregorio de Elbira anticipa y forma parte de la misma concepción que animará en Occidente a san Agustín y en Oriente a san Juan Crisóstomo. Precisamente nos muestra Gregorio de Elbira que la Bética del siglo IV es una parte integral de la realidad del mundo romano, y deja ver una clara integración y complementación entre la historia particular de la sociedad provincial de la Bética y la historia general del Bajo Imperio.