La construcción y ampliación de los regadíos tradicionales e históricos en la Vega Alta de Segurasucesión de azudes y acequias, artilugios hidráulicos escalonados y motores de elevación de aguas
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Universidad de Murcia
info
- Sanchis Ibor, Carles (coord.)
- Palau Salvador, Guillermo (coord.)
- Mangue Alférez, Ignasi (coord.)
- Martínez Sanmartín, Luis Pablo (coord.)
- Glick, Thomas F. (hom.)
Editorial: Universidad Politécnica de Valencia = Universitat Politècnica de València
ISBN: 978-84-9048-274-2
Año de publicación: 2014
Páginas: 402-415
Tipo: Capítulo de Libro
Resumen
Para aprovechar en regadío las aguas del Segura en su tramo alto (del nacimiento en Pontones a la Contraparada, azud del inicio de la Huerta de Murcia), los grupos humanos se las han ingeniado mediante una serie de técnicas, para derivar el agua por las márgenes (sangrado del Segura) y regar las tierras más próximas, con una sucesión de azudes y acequias escalonados según la pendiente. Posteriormente se eliminaron algunos de los azudes y se prolongaron las acequias, e incluso se unieron varios de estos sistemas hidráulicos una vez que fue posible “fortificar” los azudes y atravesar con minados los espolones rocosos de los estrechos. Para la conquista de las laderas, que quedan por encima del trazado de las acequias, se instalan una serie de artilugios elevadores de agua (norias, ceñas, artes, bombas de mano, etc.), de los que restan algunos de ellos todavía funcionando, como las ruedas de corriente baja (en Abarán cuatro de ellas). A finales del siglo XIX y primeros años del siglo XX, varios de estos artilugios de elevación hidráulica son sustituidos por máquinas de vapor y motores (de aceite pesado, de gas pobre, de gasoil, de gasolina y, electromotores) que elevan más agua a mayor altura, e incluso pueden sacarla del reducido marco del valle (como la elevación del Motor Resurrección y otros.). Pasar del riego eventual al permanente y ampliar los espacios regados, fue posible gracias a la red de embalses en el río Segura (Fuensanta, Cenajo) y en afluentes como el Mundo (Talave, Camarillas), que lo convierten en uno de los ríos más regulados de la Cuenca Mediterránea, y alteran su régimen natural, adaptándolo a las demandas del cultivo en sus vegas. Figura toda una tipología de regadíos según el origen del agua: superficiales de escorrentía del Segura y su red de afluentes, de fuentes y manantiales, y de subálveos y acuíferos profundos. Según la localización en el valle, se distinguen: riegos bajo acequia (sotos del río y terrazas próximas), riegos por elevación con artilugios tradicionales (terrazas hasta los 25 metros de altura), y con grupos motobomba (partes más altas del valle e incluso fuera de él)