Influencia de la actividad física sobre el estatus del sistema circadiano en sujetos con síndrome metabólico

  1. Lillo Garcia, Maria Irene
Dirixida por:
  1. María de los Ángeles Rol de Lama Director
  2. Juan Antonio Madrid Pérez Director

Universidade de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 25 de xullo de 2017

Tribunal:
  1. Juan Francisco Menárguez Puche Presidente
  2. Francisco Javier López Román Secretario/a
  3. Alfonso Luis Blázquez Manzanera Vogal
Departamento:
  1. Fisiología

Tipo: Tese

Resumo

En las últimas décadas los cambios en los estilos de vida que conlleva la sociedad moderna han provocado un aumento importante de la prevalencia de los factores de riesgo cardiovascular. La convergencia de varios de estos factores en el mismo sujeto determinan la existencia del síndrome metabólico, que combinado con el sedentarismo, ha aumentado la morbimortalidad de los pacientes crónicos que generalmente se atienden en Atención Primaria. Por otro lado, diferentes estudios muestran la importancia del sistema circadiano en relación con la obesidad, por lo que el análisis cronobiológico podría ser una herramienta útil en el tratamiento del síndrome metabólico, permitiendo un abordaje más completo, sin limitarnos a las consabidas recomendaciones higiénico-dietéticas y tratamiento farmacológico. Esta tesis tiene como objetivo principal evaluar el estado del sistema circadiano en sujetos diagnosticados de síndrome metabólico y las modificaciones que se producen en sus ritmos tras la realización de un programa de actividad física de 3 meses de duración. Para ello se contó con la participación de 32 sujetos diagnosticados de síndrome metabólico en Atención Primaria, a los que se les realizó una monitorización circadiana ambulatoria durante una semana antes de iniciar el programa y otra tras finalizar el mismo. Mediante un sensor de temperatura, un luxómetro y un actímetro, y los datos obtenidos del diario de sueño auto-cumplimentado obtuvimos información sobre los ritmos circadianos de temperatura, actividad, posición, variable integrada TAP, sueño y exposición a la luz. Con el objetivo de obtener un perfil de paciente sobre el que priorizar este tipo de intervención, analizamos la posible influencia del género, dormir la siesta, padecer síndrome de apnea del sueño, del grado de asistencia al programa, el índice de masa corporal y perímetro abdominal y el estatus del sistema circadiano al inicio del programa. Tras analizar las ondas medias e índices no paramétricos de las diferentes variables estudiadas y realizar diversos análisis estadísticos, llegamos a las siguientes conclusiones: Los sujetos con síndrome metabólico presentan signos de cronodisrupción según evidencia el adelanto de fase, y la baja amplitud del ritmo de temperatura de la piel. La realización del programa de ejercicio mejoró el ritmo de temperatura, de tal forma que el patrón se asemeja al de una población más joven. El ritmo de actividad aumenta ligeramente su fragmentación, pero no se observan diferencias significativas en los ritmos de posición corporal, TAP y patrón de exposición a la luz. El efecto del ejercicio depende del género, de forma que el ritmo de temperatura mejora más en las mujeres, volviéndose más robusto y mejorando la profundidad del sueño. Dormir siesta y estar diagnosticado de SAHS influyen negativamente en el patrón circadiano del ritmo de temperatura. El grado de asistencia al programa es el factor que más afecta a la mejora del ritmo de temperatura. Además hay que tener en cuenta el estatus circadiano antes de iniciar el programa, ya que los que más mejoran son los sujetos que parten de un ritmo de temperatura invertido con máximos durante el día. Tener un mayor IMC/PA implica mayor adelanto de fase del centro de la noche y mayor cronodisrupción. La conclusión final es que desde Atención Primaria se deben recomendar programas de actividad física a los pacientes con síndrome metabólico, especialmente a los que tengan mayor IMC/PA, sabiendo que serán las mujeres quienes más se beneficien, y teniendo en cuenta es necesario asistir al menos a dos terceras partes de las sesiones para que el perfil circadiano mejore. The lifestyle changes happened to modern society in recent decades has led to a significant increase in the prevalence of cardiovascular risk factors. The convergence of several of these factors in the same subject determines the existence of the metabolic syndrome, which combined with the sedentary lifestyle, has increased the morbidity and mortality of chronic patients who are usually treated in Primary Care. On the other hand, different studies have shown the importance of the circadian system in relation to obesity. Hence, chronobiological analysis could be a useful tool in the treatment of the metabolic syndrome, allowing a more complete approach to be carried out, without limiting it to the usual hygienic-dietary and pharmacological treatment. The main objective of this thesis is the evaluation of the state of the circadian system in subjects diagnosed with metabolic syndrome and the modifications that occur after the accomplishment of a three months program of physical activity. To this end, 32 subjects diagnosed with metabolic syndrome in Primary Care were enrolled. They underwent ambulatory circadian monitoring for one week before starting the program and another after completing it. We used a temperature data logger, a luxometer and an actimeter, and the data obtained from the self-completed sleep diary in order to obtain information about the circadian rhythms of temperature, activity, position, TAP integrated variable, sleep and light exposure. With the aim of building a patient profile on which to prioritize this type of intervention, we analyzed the possible influence of gender, nap, obstructive sleep apnea syndrome (OSA), degree of attendance to the program, body mass index and abdominal perimeter and the status of the circadian system at the beginning of the program. We analysed the mean waves and non-parametric indices of the different variables under study, and we performed various statistical analysis. From these, we obtained the following conclusions: Subjects with metabolic syndrome show signs of chronodisruption as evidenced by a phase advance, and the low amplitude of the skin temperature rhythm. The exercise program improved the rate of temperature, so that the pattern resembles that of a younger population. The activity rhythm slightly increases its fragmentation, but there are no significant differences in the rhythms of body position, TAP and pattern of exposure to light. The effect of exercise depends on the gender, so that the temperature rhythm improves more in women, for whom it becomes more robust and improves the depth of sleep. Both sleeping a nap and being diagnosed with OSA negatively influence the circadian pattern of temperature rhythm. The degree of attendance to the program is the most important factor with respect to the improvement of the temperature rhythm. In addition, the status of the circadian system before starting the program must be taken into account, since the subjects who improve most are those who start from an inverted temperature rhythm with maximums during the day. Having a higher BMI / AP implies greater advance of phase and greater chronodisruption. The main conclusion of this work is that programs of physical activity should be recommended from Primary Care for patients with metabolic syndrome, especially those with a higher BMI / AP, but taking into account that women will benefit most and that, to observe an improvement in the circadian profile, they need to attend at least to two-thirds of the sessions.