La formación enfermera en España durante la Segunda República en pazcambio y continuidad

  1. Vera Perez , Jose Antonio
Dirigida por:
  1. Paloma Moral de Calatrava Directora
  2. Juana María Hernández Conesa Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 28 de marzo de 2011

Tribunal:
  1. María José Torralba Madrid Presidente/a
  2. María Lourdes Cantero González Secretario/a
  3. Carmen González Canalejo Vocal
  4. Amparo Nogales Espert Vocal
  5. Juan Vicente Benéit Montesinos Vocal
Departamento:
  1. Enfermería

Tipo: Tesis

Teseo: 114600 DIALNET

Resumen

TESIS DOCTORAL Título: LA FORMACIÓN ENFERMERA EN ESPAÑA DURANTE LA SEGUNDA REPÚBLICA EN PAZ: CAMBIO Y CONTINUIDAD Autor: JOSÉ ANTONIO VERA PÉREZ Universidad: MURCIA Departamento: ENFERMERÍA Dirección: JUANA HERNÁNDEZ CONESA, PALOMA MORAL DE CALATRAVA RESUMEN En este trabajo se aborda la formación enfermera en la España de 1931 a 1936. Hemos seleccionado como fuentes los manuales, programas de formación profesional, conferencias e informes, utilizados durante la Segunda República. El propósito de este trabajo es, pues, analizar las bases formativas que se asentaron en la Segunda República española a través de los manuales y programas de formación profesional. Sin embargo, consideramos que estas fuentes deben ponerse en el contexto adecuado, porque ninguna fuente debe ser considerada en solitario, ninguna debería analizarse sin ser atemperada por otras fuentes. Por ello, además de éstas, analizamos otros documentos que han sobrevivido al paso del tiempo, como conferencias, memorias e informes. De este modo es posible contar con más actores, con más opiniones. Si durante este periodo siempre fueron los hombres quienes redactaron los manuales para la formación de las enfermeras, las conferencias que se conservan proporcionan las voces de las propias enfermeras. Entre otros, hemos analizado los siguientes textos: Las carreras auxiliares médicas, del Dr. Emilio Alonso y García-Sierra; La asistencia al enfermo mental, del Dr. Luis Valenciano Gayá; Manual del auxiliar de medicina y cirugía, del Dr. Felipe Sáenz de Cenzano; La enfermera moderna del Dr. Pijoan; o el del Dr. Manuel Usandizaga Soraluce, Manual de la enfermera; las conferencias de María Teresa Junquera, Lo que puede y debe ser la Enfermera; y Técnica y vocación de la Enfermera, de Gustavo Pittaluga; el Programa de las Escuelas de Enfermeras de la Cruz Roja Española de 1933, o el informe de la marquesa de Valdeiglesias, sobre el Congreso Internacional de Enfermeras de la Cruz Roja de 1927. Se analizan aquellos capítulos y documentos donde se reflejan las capacidades, aptitudes y actitudes que se esperan de las enfermeras. El discurso argumental de los textos analizados centra el objeto del buen hacer enfermero en el aprendizaje técnico a "la cabecera de un enfermo hospitalizado". La formación de las enfermeras españolas durante este periodo estuvo marcada por unas características bien definidas: el aprendizaje debía ser, fundamentalmente, práctico y la estudiante debía confinarse en una institución especialmente diseñada para aprender, e interiorizar, que sus funciones eran auxiliares. No obstante, debería tenerse en cuenta que la modificación de los requisitos para acceder a estos estudios no fue una cuestión menor: aquellas mujeres que desearan capacitarse como enfermeras debían recibir, al menos, una educación específica. Una formación que estaba en consonancia con la que recibían el resto de las enfermeras europeas. La presencia de estructuras históricas profundas pesaron más en la formación enfermera que el dinamismo político y social del igualitarismo que trataron de desarrollar los gobiernos de la Segunda República. De ahí que la instrucción enfermera no sólo incluyera dimensiones científicas, médicas, técnicas y morales, sino que también mantuviera disparidades formativas entre hombres y mujeres. Estos argumentos se fueron construyendo de modo tal que la formación enfermera constituyó un proceso que terminó por subordinar la actividad enfermera a las necesidades de una Medicina en expansión técnica y social. En definitiva, con esta investigación, hemos demostrado que el paradigma Nightingale fue un elemento esencial en la formación de las enfermeras españolas durante la Segunda República.