Resistina y obesidad

  1. Parreño Caparros, Elena
Zuzendaria:
  1. Fátima Illán Gómez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 2014(e)ko urria-(a)k 31

Epaimahaia:
  1. José Soriano Palao Presidentea
  2. Antonio Hernández Martínez Idazkaria
  3. Francisco Botella Romero Kidea
  4. Agustín Angel Merchante Alfaro Kidea
  5. Elisa Martínez Alfaro Kidea
Saila:
  1. Medicina

Mota: Tesia

Laburpena

INTRODUCCIÓN Y OBJETIVO: La resistina, una nueva adipoquina perteneciente a la familia de las proteínas ricas en cisteína o RELMs (moléculas similares a resistina), es también llamada FIZZ3 (encontrado en zona inflamatoria) o ADSF (factor secretor específico de adipocito). Fue descubierta en 2001 por 3 grupos diferentes que realizaban investigaciones en modelos animales. El término de resistina se propuso inicialmente por su potencial papel como mediador de la resistencia a la insulina en la obesidad en roedores, siendo un nexo de unión entre ambos. Sin embargo, esos hallazgos no se han podido demostrar en humanos. Mientras que en roedores la resistina se expresa predominantemente en adipocitos, en humanos la resistina se expresa principalmente en las células inflamatorias. Nuestro objetivo fue estudiar si existen diferencias en los niveles de resistina entre pacientes con obesidad mórbida y sujetos sanos con normopeso, y si los niveles de resistina en pacientes con obesidad mórbida se modificaban tras una importante pérdida de peso por cirugía bariátrica. También se estudió la posible relación de la resistina con parámetros metabólicos, inflamatorios y factores de riesgo vascular. MÉTODO: Se seleccionaron un total de 71 pacientes con obesidad mórbida (índice de masa corporal (IMC) ? 40 kg/m2) y 31 sujetos sanos con normopeso (IMC < 25 kg/m2). Las variables estudiadas en todos los casos fueron: parámetros antropométricos y de adiposidad (peso, talla, IMC, masa grasa, índice cintura-cadera (ICC)), niveles de presión arterial (tensión arterial sistólica (TAS), tensión arterial diastólica (TAD)), variables bioquímicas (glucosa, hemoglobina glicosilada (HbA1c), insulina, colesterol total (CT), lipoproteínas de alta densidad (HDL), triglicéridos (TG), ácido úrico, microalbuminuria (MAU), proteína C reactiva ultrasensible (hPCR)), citoquinas inflamatorias (interleucina-6 (IL-6)), citoquinas antiinflamatorias (adiponectina) y resistina. Se calcularon HOMA (evaluación del modelo homeostático), QUICKI (índice cuantitativo de sensibilidad a la insulina) y LDL (lipoproteínas de baja densidad). A los pacientes con obesidad se les realizó un bypass gástrico y, a los 12 meses de la cirugía tras una importante pérdida de peso, se reevaluaron las mismas variables. RESULTADOS: No encontramos diferencias significativas entre los niveles de resistina entre pacientes con obesidad mórbida y sujetos sanos con normopeso, ni tampoco entre los pacientes con obesidad antes y después de la pérdida de peso. Los niveles de resistina, en los pacientes obesos mórbidos, no se correlacionaron con las medidas antropométricas y de adiposidad, ni tampoco con los niveles de TAS y TAD, insulina, glucosa, HOMA, QUICKI, CT, HDL, TG, ácido úrico, hPCR, IL-6 y adiponectina. Sin embargo, sí existía una correlación positiva entre resistina y HbA1c (r = 0,270, p = 0,004), resistina y MAU (r = 0,360, p = 0,019); y una correlación negativa de la resistina con LDL (r = -0,297, p = 0,018). En el grupo de obesos, al año de la pérdida de peso, la resistina se correlacionó positivamente con TAS (r = 0,310, p = 0,013), MAU (r = 0,518, p = 0,0001) e IL-6 (r = 0,291, p = 0,017). El resto de parámetros estudiados no mostraron correlación alguna con los niveles de resistina. Mientras que los niveles de resistina en el subgrupo de pacientes con obesidad mórbida y DM no diferían del resto, los niveles de resistina en el subgrupo de pacientes con obesidad mórbida e hipertensión arterial (HTA) eran significativamente superiores al resto de pacientes con obesidad. CONCLUSIÓN: Nuestros resultados no apoyan la relación de la resistina con la obesidad, con la resistencia a la insulina ni con la inflamación, y sugieren una posible relación con la HTA. INTRODUCTION AND OBJECTIVE: Resistin, a new adipokine belonging to the cysteine-rich proteins family known as RELMs, is also called FIZZ3 or ADSF. It was discovered in 2001 by three different groups doing research in animal models. Resistin term was originally suggested as a potential mediator of obesity related insulin resistance in rodents. However, in humans, these findings have not been demonstrated yet. While rodent resistin is expressed predominantly in adipocytes, human resistin is mainly expressed in inflammatory cells. Our aim was to study whether there was differences in resistin levels in patients with morbid obesity and lean subjects, as well as analyzing changes in resistin levels in patients with morbid obesity after significant weight loss due to bariatric surgery. Possible associations of resistin with metabolic parameters, inflammatory parameters and vascular risk factors were also studied. METHODS: A total of 71 patients with morbid obesity (body mass index (BMI) ? 40 kg/m2) and 31 healthy subjects with normal weight (BMI < 25 kg/m2) were selected. The variables studied in all cases were: anthropometric and adiposity parameters (weight, height, BMI, fat mass, waist-hip ratio (WHR)), blood pressure levels (systolic and diastolic blood pressure (SBP, DBP)) and bioquimic variables (glucose, HbA1c, insulin, total colesterol (TC), HDL, TG, uric acid, MAU, high-sensitivity C-reactive protein (hs-CRP)), inflammatory cytokines (IL-6), antiinflammatory cytokines (adiponectin) and resistin. HOMA, QUICKI and LDL were calculated. Obese patients underwent a gastric surgery, and after 12 months and major weight loss, same variables were reassessed. RESULTS: Significant differences between resistin levels among morbid obesity patients and healthy subjects with normal weight had not found, nor between obese patients before and after weight loss. Resistin levels in morbid obesity patients had not had any correlation with adiposity anthropometric measures, nor with the SBP levels and DBP, insulin, glucose, HOMA, QUICKI, TC, HDL, TG, uric acid, hs-CRP, IL-6 and adiponectin. Nevertheless, a positive correlation had obtained between resistin and HbA1c (r = 0.270, p = 0.004), resistin and MAU (r = 0.360, p = 0.019), and a negative correlation between LDL and resistin (r = - 0.297, p = 0.018). In the morbid obesity group, after one year of weight loss, resistin had positively correlated with SBP (r = 0.310, p = 0.013), MAU (r = 0.518, p = 0.0001) and IL-6 (r = 0.291, p = 0.017). Other parameters under study showed no correlation with resistin levels. While resistin levels in the subgroup of patients with obesity and diabetes had not differed from the rest, resistin levels in the subgroup of patients with obesity and hypertension had showed a significant higher rate than other obese patients. CONCLUSION: Our results do not support the relationship of resistin with obesity, insulin resistance and inflammation, and suggest a possible relationship with hypertension.