Felipe V y cien mil murcianos. Movilización social y cambio político en la Corona de Castilla durante la Guerra de Sucesión (1680-1725)

Resumen

La Guerra de Sucesión es el centro de una transición política en la Monarquía española, que arrancaría en las décadas finales de Carlos II -¿1680?- y abarcaría el primer reinado de Felipe V -1724/1725-. Una transición que constituye un periodo de mutación acelerada del viejo conglomerado patrimonial de los Habsburgo, para convertirlo en un reino que articularía a la mayor parte de los territorios que compartían el espacio peninsular, los virreinatos americanos y las diversas posesiones en Asia y África. Pese a que esa guerra es el instrumento de nuestro análisis, el objetivo no ha sido elaborar una historia militar del conflicto, sino comprender los cambios políticos que se dieron en una sociedad en movimiento. Por eso, los dos factores que estructuran nuestra reflexión vienen dados por la movilización social y el cambio político, a partir de los cuales emerge un tercero que es la consecuencia lógica de ambos: el discurso de lealtad a la Monarquía borbónica construido en la primera década de la centuria ilustrada. La primera parte, Una sociedad agónica: la Monarquía y los súbditos, cuenta con un solo capítulo, en el que se pretende mostrar las características estructurales -sociopolíticas- del reino de Murcia que se enfrentaría a la Guerra de Sucesión. La segunda parte, Una sociedad fracturada: guerra y desorden político, explica los diferentes mecanismos agregativos que se dieron a lo largo de la guerra. Se trata de la más extensa, pues se compone de cinco capítulos, en la que se concretan los fenómenos políticos que experimentó la sociedad murciana en los años más dramáticos del enfrentamiento armado. Los factores que contribuyeron a la elección política -borbónicos o austracistas-, la movilización social o la gestión de la fiscalidad. El título de la tercera parte, Una sociedad restaurada: cambio político y renovación social, tiene que ver con las consecuencias que motivó la Guerra de Sucesión en este reino de la Corona de Castilla. Por un lado, se aborda la construcción de una sociedad que asumiría el modelo de obediencia filipista, por lo que aquellos que habían elegido la defensa austríaca tuvieron que exiliarse o permanecer proscritos en su misma tierra. Por otro lado, se profundiza en el premio de los servicios y la consolidación de un nuevo orden político. La defensa borbónica supuso una renovación del capital simbólico de la población, que fortalecería el poder regio en los territorios castellanos, implantando un sistema que subordinaría los recursos locales a los proyectos de la Corona.