Reposicíon de líquidos y su efecto sobre niveles de hidratación en jugadores de fútbol sala en función de la posición ocupada en el terreno de juego

Resumen

El presente estudio ha consistido en medir la reposición de líquidos y niveles de deshidratación en jugadores profesionales de fútbol sala (todos ellos integrantes de la primera plantilla de Elpozo Murcia Turística Fútbol Sala) durante la disputa de seis partidos oficiales. En dichos encuentros se ha obtenido el porcentaje de peso perdido y el líquido perdido por sudor, mediante la determinación de los cambios en el peso corporal, líquido ingerido y orina excretada. Los resultados obtenidos han sido analizados en función del puesto específico ocupado por los jugadores en el terreno de juego (porteros, defensores y atacantes). Los resultados obtenidos muestran como la ingesta de líquidos por parte de estos jugadores fue insuficiente para compensar las pérdidas ocasionadas durante la disputa de partidos oficiales. El análisis por puesto específico demostró que son los atacantes (ala, ala-pivot y/o pivot) quienes sufren una mayor deshidratación alcanzando un valor medio de porcentaje de peso perdido del 3,49±0,86%, seguidos por los porteros con un 2,87±0,69%, siendo los defensores (cierre y ala-cierre) con un 2,55±0,70% los que desprenden valores más bajos de deshidratación. En cualquier caso, el hecho de que todos los jugadores experimentasen pérdidas de peso corporal medias superiores al 2% supone una reducción de sus capacidades físicas y cognitivas, lo cual lleva asociado una reducción en su rendimiento. De igual manera se ha demostrado, a pesar de existir una relación positiva entre ambas variables, la cantidad de minutos de actividad no supone un factor determinante del nivel de deshidratación alcanzado, ya que siendo los porteros los que suman una mayor cantidad de minutos de media no son quienes más porcentaje de peso corporal pierden debido a la deshidratación. Se recomienda, por tanto, atender no sólo a la cantidad de minutos que vayan a jugar cada uno de los componentes de un equipo a la hora de planificar sus necesidades hídricas, sino también a la posición que van a ocupar en el terreno de juego, lo que nos llevaría a diseñar diferentes protocolos de actuación en función del puesto específico ocupado por el jugador.