Influencia de la práctica del tenis sobre las curvaturas sagitales del raquis y la extensibilidad isquiosural en deportistas adolescentes

  1. Garcia Velez, Antonio Joaquin
Dirigida por:
  1. Pedro Ángel López Miñarro Director

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 25 de enero de 2016

Tribunal:
  1. José María Muyor Rodríguez Presidente/a
  2. Juan Luis Yuste Lucas Secretario
  3. Fernando Alacid Cárceles Vocal
Departamento:
  1. Expresión Plástica, Musical y Dinámica

Tipo: Tesis

Resumen

INTRODUCCIÓN. Un alto volumen de entrenamiento, en posiciones concretas y específicas al deporte, con acciones articulares repetitivas, podría generar adaptaciones en el sistema músculo-esquelético. En este sentido, varios estudios han valorado el morfotipo raquídeo en deportistas de diferentes disciplinas deportivas, encontrando adaptaciones específicas del morfotipo raquídeo al deporte practicado. No obstante, la influencia de la práctica del tenis no ha sido suficientemente analizada. Además, solo algún estudio ha analizado qué influencia tienen los entrenamientos realizados o la competición. OBJETIVO. Determinar la disposición sagital del raquis torácico, lumbar e inclinación pélvica de tenistas adolescentes en posiciones habituales (bipedestación y sedentación) y en posturas de máxima flexión y extensión del tronco, así como su extensibilidad isquiosural, antes y después de un entrenamiento. MUESTRA. Participaron en el estudio 40 tenistas varones entre 14 y 18 años (media de edad: 16,35 ± 1,82). Los criterios de inclusión de los tenistas fueron: seguir un entrenamiento sistematizado, al menos, durante cuatro años, no haber sido operado de la columna vertebral o de la musculatura isquiosural, ni tener algún tipo de lesión o alteración raquídea estructurada diagnosticada en el momento de la valoración que impidiera la realización de las mediciones. PROCEDIMIENTOS. Se valoró la disposición sagital del raquis y pelvis en las posiciones de bipedestación, bipedestación en autocorrección, máxima extensión en bipedestación, sedentación relajada, máxima flexión de tronco en sedentación, decúbito prono, así como la extensibilidad isquiosural mediante los test de distancia dedos-suelo, test de distancia dedos-planta y test de elevación de pierna recta activo y pasivo. Se realizó una primera medición antes de un entrenamiento estándar, y justo al finalizar el mismo. Para determinar la disposición angular del raquis y el ángulo de inclinación de la pelvis se utilizó un Spinal Mouse¿. Para obtener dichos valores, una vez que el deportista adoptaba la posición a medir, se desplazaba el Spinal Mouse¿ por las apófisis espinosas desde T1 hasta S1. El entrenamiento específico de tenis que se realizó tuvo una duración total de 2 horas, con la siguiente estructura: 1) Calentamiento general, con una duración total de 10 minutos. 2) Calentamiento específico, con una duración de 10 minutos. 3) Trabajo específico de técnica en el que se realizaban correcciones de todos los gestos técnicos (30 minutos). 4) Trabajo de táctica: situaciones de juego reales controladas (30 minutos). 5) Situaciones reales de juego: se realizaron partidos y minicompeticiones entre los jugadores (40 minutos). CONCLUSIONES. 1) En la bipedestación, la gran mayoría de los tenistas presentan valores angulares normales tanto en la curva torácica como en la curva lumbar. En la sedentación relajada, casi la mitad de los tenistas presentan valores de normalidad tanto en la curva torácica como en la lumbar, siendo más frecuentes valores de hipercifosis torácica leve e inversiones moderadas en la zona lumbar. En la flexión máxima del tronco, los tenistas evidencian una gran movilidad de la zona lumbar en el plano sagital, mostrando una cifosis funcional tanto en la zona torácica como en la lumbar, ya que en bipedestación la mayoría de los tenistas presentan curvas normales. 2) Un entrenamiento tipo de tenis genera ligeros cambios en la disposición sagital del raquis y en la extensibilidad isquiosural. La fatiga podría ser la causa de la disminución de los casos de normalidad y el aumento de las hipercifosis en el raquis torácico y un aumento de casos de rectificación lumbar. Estos cambios no están asociados a cambios significativos en la inclinación pélvica. Las modificaciones en los valores angulares después del entrenamiento en la postura de autocorrección evidencian un menor control postural, el cual reduce la capacidad del tenista de modular su disposición sagital del raquis, probablemente debido a la fatiga muscular. El entrenamiento no parece tener una influencia significativa en la sedentación. Aunque, el entrenamiento provoca una limitación en la flexión pélvica asociada a un aumento de la cifosis torácica. En cuanto al efecto del entrenamiento en la extensibilidad de la musculatura isquiosural, se produce una mejora de la misma en todos los test utilizados para su valoración. 3) Dos tercios de los tenistas presentan valores considerados normales en la extensibilidad isquiosural. Al valorar la extensibilidad con test lineales, se observa un aumento de casos de cortedad isquiosural que evidencia una alteración del ritmo lumbo-pélvico. Por este motivo, test lineales no son adecuados para valorar la extensibilidad isquiosural en tenistas adolescentes.