Trastornos de la conducta alimentaria en el alumnado de la Universidad de Murciasalud, satisfacción vital y estilos de vida

  1. Belmonte García, Lorena
Dirigida por:
  1. Eva Herrera-Gutiérrez Directora

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 17 de julio de 2017

Tribunal:
  1. José Luis Parada Navas Presidente
  2. María Carmen Granado Alcón Secretario/a
  3. Ángel Rosa Alcázar Vocal
Departamento:
  1. Psicología Evolutiva y de la Educación

Tipo: Tesis

Resumen

Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) son un problema prioritario de salud y, aunque existen abundantes estudios en la etapa de educación primaria y secundaria, la universitaria no ha sido abordada con tanta profundidad. El objetivo primordial de esta investigación fue analizar los factores de salud, satisfacción vital y estilos de vida del alumnado universitario con riesgo de manifestar TCA y compararlos con el resto de estudiantes. Este estudio se enmarca en un proyecto de investigación sobre factores de salud del alumnado de la Universidad de Murcia y es parte del Proyecto de Universidad Saludable desarrollado por esta institución docente y la Consejería de Sanidad de la Región de Murcia (España). La muestra final estaba conformada por 349 estudiantes universitarios, con edades comprendidas entre los 18 y 46 años, de los cuales un 28.7% eran hombres y un 71.3% mujeres. Tomando como referencia la Encuesta sobre Salud, Bienestar y Calidad de Vida administrada al colectivo estudiantil de la Universidad Pública de Navarra, los alumnos cumplimentaron un cuestionario adaptado a la Universidad de Murcia. Del total de 113 preguntas que forman dicho cuestionario, se seleccionaron aquellas cuestiones directamente relacionadas con el propósito de la presente investigación. Se utilizó el EAT-26 para discriminar entre estudiantes con riesgo de manifestar TCA (puntuaciones mayores o iguales a 20) de aquellos que no lo presentaban. Junto a otras características sociodemográficas y académicas, se compararon los resultados en 30 ítems referidos a las tres variables principales objeto de nuestro estudio: salud, satisfacción vital y estilos de vida. Un 38.7% de los universitarios manifestaron un riesgo medio/alto de TCA, de los cuales en torno al 80% eran mujeres, encontrando diferencias significativas de género. La media de edad del grupo con mayor riesgo de la enfermedad se situaba en 20.4 años, siendo significativamente menor que la del grupo sin sospecha del trastorno. No se obtuvieron diferencias significativas en función del curso ni de la carrera universitaria. Respecto a las variables de salud (calidad de vida, descanso y sueño, cuidado de la salud, días de enfermedad, percepción del nivel de salud, tratamiento psicoterapéutico y medicación) y la mayoría de indicadores de satisfacción vital, tampoco se hallaron diferencias importantes entre ambos grupos. Sí se encontraron diferencias significativas en el agobio experimentado por los estudios en general, por estrés, por enfermedad y en la satisfacción con la apariencia física y otras características personales; donde los alumnos con riesgo medio/alto de TCA se mostraron más estresados y menos satisfechos. En relación a los estilos de vida, se constataron diferencias relevantes en inscripción a gimnasios, IMC, percepción corporal, peso ideal, frecuencia de dietas, consumo de alimentos (pasteles/bollería, salados, comida rápida/latas, refrescos, fruta, ensalada/verduras, carne/fiambres, pescados/legumbres), así como en tiempo semanal invertido en salir con los amigos o pareja. En general, en estos parámetros las respuestas de los alumnos con bajo riesgo de TCA eran indicativas de estilos de vida más saludables. Para concluir, este estudio ha evidenciado que los estudiantes universitarios en riesgo de TCA muestran peor satisfacción vital y estilos de vida menos saludables en comparación con los estudiantes sin riesgo. Esto es concordante con la literatura previa y sugiere la necesidad de seguir investigando en esta dirección, a fin de implementar las medidas necesarias para la prevención y abordaje eficaz de estos trastornos en el contexto universitario. Eating Disorders (ED) constitute a priority among health problems and, although there is a wide amount of research studies in Primary and Secondary Education, University stage population has not been dealt in depth. The main aim of this study was to analyze health factors, life satisfaction and lifestyles of university students who are at risk of showing ED in comparison with students not presenting this risk factor. The present study is framed in a research project on health factors of students at Murcia University, and belongs to the Healthy University Project implemented by this institution and the Murcia Regional Government Health Department (Spain). The total sample consisted of 349 university students, aged between 18 and 46 years. Among them, 28.7% were men and 71.3% women. The Health, Welfare and Quality of Life of the Public University of Navarra Questionnaire (Student Version) was adapted to the University of Murcia. From a total of 113 items, we selected the questions related to our research purpose. The EAT-26 was used to discriminate students at risk of showing ED (scores greater than or equal to 20) from those who did not present it. The at-risk group was compared to the non-risk grop in 30 items which referred to the three main variables of our study: health, life satisfaction and lifestyles. Socio-demographic and academic caracteristics were also contrasted. 38.7% of university students showed a medium/high risk of presenting ED, and amongst them 80% were women, finding significant differences by gender. The average age of the highest risk group was 20.4 years, being significantly lower than the group without risk of ED. No significant differences were found due to number of studies years completed or degree. Regarding health variables (quality of life, rest and sleep, health care, days of illness, health perception, psychotherapeutic treatment and medication) and most indicators of life satisfaction no differences were found between the two groups either. However, we found differences in stress and concern (both in connection to own studies, general stress, and illnesses) and in satisfaction with physical appearance and other personal characteristics. Students with a medium/high risk for ED informed to be more stressed and less satisfied. Concerning lifestyle, significant differences were found in fitness clubs enrollment, BMI, physical appearance perception, ideal weight, dieting frequency, food consumption (sweets, salty and fast food, soft-drinks, fruits, salads and vegetables, meat, fish and legumes), and time per week spent with friends or partner. In general, in these parameters, students with low risk of ED showed healthier lifestyles. To conclude, this study has identified that university students at risk of showing ED exhibit poorer life satisfaction and less healthy lifestyles compared to non-risk students. This result is in consonance with previous literature. More research is needed in this area in order to implement the necessary measures to prevent and treat effectively this problem in the university context.