Estudio de los efectos agudos y tardíos de diferentes configuraciones del entrenamiento de fuerza. Propuesta de la pérdida de velocidad entre series como indicador de fatiga neuromuscular

  1. González Hernández, Jorge Miguel
Dirigida por:
  1. Pedro Jiménez Reyes Director/a
  2. Asta Tvarijonaviciute Directora
  3. Gonzalo Márquez Sánchez Director/a

Universidad de defensa: Universidad Católica San Antonio de Murcia

Fecha de defensa: 23 de julio de 2020

Tribunal:
  1. Filipe Almeida Viana da Conceição Presidente/a
  2. Pablo Jorge Marcos Pardo Secretario/a
  3. Víctor Cuadrado Peñafiel Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 639997 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Durante el entrenamiento de fuerza, la forma en la que se establezcan las variables que afectan a la configuración de las series (tiempo de recuperación entre series o entre repeticiones, número de series o repeticiones, velocidad a la que se desplace la carga, o la relación de las repeticiones realizadas en función de las realizables) van a condicionar la orientación del entrenamiento al inducir unos efectos u otros. Son muchas las posibilidades que nos permite combinar estas variables y el conocimiento de los efectos que esto ocasiona necesita ser investigado en profundidad. Por ello, el propósito de esta tesis doctoral es estudiar los efectos agudos y tardíos de diferentes configuraciones de las series en el entrenamiento de fuerza, desde un punto de vista mecánico, metabólico, bioquímico, perceptual y neurológico y para ello se han diseñado los cinco estudios siguientes: En el primero de ellos se compara el efecto mecánico, metabólico y perceptual de seis protocolos diferentes de entrenamiento de fuerza en sentadillas: Once estudiantes de Ciencias del Deporte realizaron dos protocolos tradicionales de repeticiones continuas (TR1:3x10 y TR2:6x5) y cuatro protocolos con recuperación entre repeticiones Cluster (CL1: 3×10 [10-s]; CL2: 3×10 [15-s]; CL3: 3×10 [30-s]); CL4: 1×30 [15-s]). Para cuantificar la fatiga mecánica se midió la velocidad de ejecución de cada repetición y tras cada serie la pérdida de altura de salto, al igual que el lactato como indicador metabólico y la percepción subjetiva del esfuerzo. Las variables estudiadas reportaron valores de fatiga significativamente mayores para el protocolo TR1, mientras que los dos protocolos que presentaron valores más bajos fueron CL2 y CL3. Por ello se propone al entrenamiento Cluster como una buena estrategia para generar pocos niveles de fatiga y pérdida del rendimiento. En una segunda aproximación, se diseñaron dos protocolos diferentes de entrenamiento de fuerza en sentadillas, donde doce estudiantes de Ciencias del Deporte realizaban en uno de ellos repeticiones hasta el fallo (6x10) mientras que otro realizaba la mitad de las repeticiones posible por serie (6x5). Se estudió la respuesta del estrés metabólico mediante la concentración de ácido úrico en suero y saliva, a través de dos métodos de recolección de la muestra (no estimulada, por flujo pasivo y estimulada, usando algodón) y tres procesos de normalización del metabolito (corregidos por flujo salival, por proteínas totales salivares y en valores absolutos, sin corrigir). Se obtuvieron las muestras antes de entrenar y a los 60 min, 24h y 48h post entrenamiento. Se elucidaron resultados similares para ambos métodos de recolección. Las correlaciones de ácido úrico en el suero y la saliva se detectaron solo cuando se utilizaron valores absolutos (r = 0.434; p < 0.001). Por lo tanto, para evaluar estrés metabolico en deportistas los valores del ácido úrico salival tendrian que ser expresados en valores absolutos. El tercer estudio tuvo como objetivo comparar el efecto de tres intervalos de descanso entre series (1,3 y 5 minutos) sobre (I) la velocidad media durante una sesión de entrenamiento de fuerza de sentadilla y press de banca, y (II) la relación fuerza-velocidad antes y después del entrenamiento. Quince estudiantes universitarios masculinos completaron tres sesiones con recuperaciones de 1, 3 y 5 min entre series respectivamente (Rec1’, Rec3’ y Rec5’) que consistieron en tres series de cinco repeticiones con la carga de que podían realizar 10 repeticiones. La relación fuerza-velocidad se evaluó al principio y al final de cada sesión mediante los ejercicios de salto con contramovimiento y press de banca lanzado. La velocidad fue más lenta para el protocolo Rec1’ en comparación con los otros dos, pero no hubo diferencias significativas entre estos últimos. Los resultados proponen el Rec3’ como el protocolo más eficiente en el tiempo para el mantenimiento de la velocidad de ejecución durante las sesiones de entrenamiento sin llegar al fallo muscular. El cuarto estudio tuvo como objetivo evaluar el daño muscular en suero y saliva tras un protocolo de entrenamiento de fuerza excéntrico acentuado con la carga del 120% de la repetición máxima en sentadillas. Dieciséis estudiantes de Ciencias del Deporte (10 hombres y 6 mujeres) realizaron 8 series de 10 repeticiones alargando la fase excéntrica durante 3 segundos. Se realizaron extracciones de sangre y saliva antes del entrenamiento y a las 24 y 96h post. En suero se observaron niveles más altos de marcadores de daño muscular (Creatina Kinasa y Aspartato Aminotransferasa) a las 24 y 96h respecto al pre, pero sin diferencias significativas en entre los puntos temporales tras el entrenamiento. Mientras que, en la saliva, únicamente se observó un aumento significativo en hombres post 96h para Creatina Kinasa. En cuanto al estudio de la correlación entre las mediciones en suero y saliva variaron de triviales a pequeñas (r = -0.034 a 0.212): lo que sugiere que los biomarcadores no se comportan de la misma manera y la saliva no es fiable para medir el daño muscular tras este tipo de entrenamiento. El último estudio de esta tesis tuvo como objetivo evaluar el daño muscular y la fatiga producida en los extensores de rodilla tras el entrenamiento de fuerza al fallo y no al fallo en sentadilla. Doce estudiantes de Ciencias del Deporte completaron dos sesiones de entrenamiento de fuerza (una de ellas consistió en repeticiones hasta el fallo (6x10) mientras que en la otra realizaban la mitad de las repeticiones posible por serie (6x5)). La velocidad de ejecución fue medida durante cada repetición. La función neuromuscular de los extensores de rodilla se evaluó en línea base, inmediatamente después de cada serie y 1h, 24h y 48h después del entrenamiento mediante la estimulación eléctrica superimpuesta. Las extracciones de suero para la determinación del daño muscular se realizaron en línea base y 1h, 24 h y 48 h post. Los resultados de este estudio mostraron una significativa reducción de la velocidad de ejecución para el protocolo hasta el fallo. La activación voluntaria como indicador de fatiga central se vio comprometida hasta las 48h post. Y, por último, tanto la fatiga periférica cómo el daño muscular, fue significativamente mayor para el protocolo hasta el fallo. Lo que sugiere que el entrenamiento hasta el fallo produce un mayor descenso del rendimiento durante la sesión y ocasiona un mayor grado de fatiga hasta las 48h post entrenamiento. Además, se propone la pérdida de velocidad entre series cómo indicador de fatiga en el entrenamiento de fuerza.