La conservación de bienes culturales en Murcia en el siglo XIX

Laburpena

La presente Tesis doctoral aborda el estudio de la conservación de bienes culturales en Murcia en el siglo XIX. Este estudio se planteó dos objetivos principales, el primero, establecer los sucesos que determinaron la aparición de instituciones encargadas de la conservación y tutela de los bienes históricos y artísticos en Murcia, en segundo lugar, establecer el origen y evolución de la figura del restaurador decimonónico en el ámbito local. Para la consecución de estos objetivos, la metodología de trabajo consistió en una primera fase de revisión bibliográfica, realizada con el objetivo de establecer el estado actual de la investigación, recopilando aquellas obras de referencia sobre el tema. A continuación se abordó el estudio de las fuentes documentales referentes al patrimonio histórico artístico murciano y su conservación, analizando el uso que hicieron de él las instituciones públicas y privadas, observando quienes fueron sus principales protagonistas. Con una visión interdisciplinar, también se ha abordado el análisis organoléptico de algunas de las obras destacadas en esta investigación, con el fin de clarificar aspectos relacionados con los procedimientos técnicos y los criterios aplicados en las restauraciones a lo largo del siglo. Atendiendo a estas cuestiones, hemos concluido, en primer lugar, que durante la primera mitad el siglo XIX, los conflictos bélicos y los procesos desamortizadores aceleraron la degradación y destrucción de numerosos bienes muebles e inmuebles sin que las medidas adoptadas por las instituciones encargadas de su conservación y tutela se mostraran plenamente eficaces. Estas condiciones favorecieron que algunos artistas se dedicaran a la restauración de las obras deterioradas durante estos procesos, aunque la figura del restaurador no emergería socialmente hasta la tardía aparición del Museo Provincial en 1864, retrasando su reconocimiento profesional a nivel local. A lo largo del siglo, la conservación de los bienes religiosos estuvo supeditada a diversos factores, como la devoción por algunas imágenes religiosas, la relevancia social de artistas destacados, como Francisco Salzillo, o el cumplimiento de los preceptos del decoro, factores que confluyeron en el ámbito de la Ermita de Jesús, donde la presencia continuada de escultores - restauradores en la segunda mitad de siglo demostró el reconocimiento de su figura como especialista acreditado.