Mecanismos y motivos teológicos no musicales que propiciaron la evolución de la liturgia musical católicaun estudio desde los primeros cristianos hasta el Renacimiento musical y el punto de inflexión que supone el Concilio Vaticano II
- Aledo Villodre, Francisco
- José Antonio Molina Gómez Director
Universidad de defensa: Universidad de Murcia
Fecha de defensa: 28 de noviembre de 2019
- Pedro Riquelme Oliva Presidente/a
- María Amparo Mateo Donet Secretario/a
- Miguel Requena Jiménez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La música litúrgica cristiano católica presenta un estilo único y bien diferenciado respecto a otros estilos musicales. Sin embargo, dado que es una música que está ligada al culto cristiano desde sus orígenes, presenta una serie de características que han condicionado históricamente su evolución. A nivel musicológico, la música litúrgica se suele analizar desde sus componentes rítmicos, melódicos, armónicos y texturales (sin perjuicio de otros elementos histórico musicales como las grafías), obviando generalmente su dimensión espiritual y religiosa. Por este motivo y, dado que la historia de la música suele estar centrada en la disciplina musical, no existe ningún estudio que analice en profundidad el nivel de influencia del culto en la liturgia musical. Algunos de los cambios que ha sufrido la liturgia musical católica han sido producidos por causas extramusicales que nada tienen que ver con la evolución "natural" de otros estilos de música. Estas causas están relacionadas con las sagradas escrituras, la comprensión y diferente documentación que las autoridades religiosas, generalmente no expertos en música, han ido produciendo. Este trabajo investiga estos cambios y los mecanismos mediante los cuales son aplicados. Así pues, la relación e influencia que tiene el cristianismo en el estilo musical utilizado dentro del propicio oficio divino es un asunto que se ha estudiado sucintamente y sin entrar en profundidad en su dimensión religiosa. Este trabajo abordará dos cuestiones fundamentales: los motivos teológicos no musicales que condicionaron su evolución y mediante qué procesos o mecanismos dichos motivos teológicos se integran dentro de la liturgia musical. El primer aspecto a tener en cuenta son las sagradas escrituras que fijan en el Antiguo y Nuevo Testamento dos visiones de la música bastante diferenciadas. En el AT la música se utiliza en ceremonias tanto en festivas, como militares y religiosas. Sin embargo, el NT la música vocal es la que predomina y la música instrumental está, en comparación al AT, limitada en cuanto al número de veces que aparece en las escrituras y suele estar asociada a referencias al AT y a entidades divinas (ángeles). Esta dicotomía entre el AT y el NT limitará el uso de la música en el cristianismo primitivo. El segundo aspecto es la transmisión de conocimiento que se produce desde el Mundo Antiguo a la Edad Media. Los centros eclesiásticos, en tanto en cuanto se convierten en los principales núcleos de conocimiento, son las únicas referencias para gran parte del saber Antiguo. Debido a esto, tan sólo aquel conocimiento que transmiten es el conocido, por lo que al transmitir una determinada idea de la música a los cristianos el conocimiento de la liturgia musical también es condicionado por un factor extramusical. El tercer aspecto son los intentos de que la liturgia (incluida su música) no pierda su pureza y se vea corrompida frente a un gran número de movimientos heréticos que azotaron al cristianismo en sus primeros siglos. Debido a ello, los Padres de la Iglesia y otras autoridades relevantes exhortaron a una versión ortodoxa del Nuevo Testamento, mediante la cual el uso de instrumentos quedó prohibido en la liturgia. Otro de los mecanismos extramusicales es la utilización de la escritura musical para fijar la música y los textos litúrgicos. Anteriormente los helenos ya utilizaban un sistema musical en el cual encima del texto se escribían diferentes símbolos que indicaban la altura de las notas. El sistema musical cristiano (que es el ha pasado a la actualidad) cambia el orden de prioridad, fijando con precisión la altura y ritmo de las notas en primer lugar y posteriormente el texto. El último de los mecanismos son las diversas Reformas y Concilios que se utilizaron para unificar el culto. Aunque es cierto que la mayoría de ellos no tocan con profundidad el asunto musical, no por ello son menos destacados y, al ser también uno de estos motivos extramusicales que condicionaron la evolución de la liturgia musical, han sido incluidos en este trabajo. Finalmente, se ha incluido un último apartado sobre el Concilio Vaticano II. Este Concilio presenta un punto de inflexión respecto a diferentes aspectos al incluir menciones directas a los compositores y al sistema didáctico de enseñanza musical de la Iglesia. Sin embargo también incluye dos aspectos que contradicen diversas corrientes teológicas establecidas anteriormente. La primera de ellos es referida al texto, ya que permite utilizar las lenguas vulgares en los cantos y también música sin canto (es decir, instrumental). La segunda de ellas es que deja en manos de la autoridad local competente un número amplio de cuestiones referidas a la práctica musical, fomentando de esta manera una heterogeneidad en los usos y formas musicales que anteriormente se había intentado con ahínco unificar con varias reformas y concilios.