Tratamiento de la neovascularización coroidea subfoveal en el miope magno mediante bevacizumabcomparación de dos pautas de tratamiento inicial
- AMAT PERAL, PEDRO
- José María Ruiz Moreno Director/a
Universidad de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche
Fecha de defensa: 04 de junio de 2012
- Jorge Luciano Alió Sanz Presidente/a
- Jaime Javaloy Estañ Secretario/a
- María Paz Villegas Pérez Vocal
- Javier Montero Moreno Vocal
- Inmaculada Sellés Navarro Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Introducción: La maculopatía miópica es la principal causa de neovascularización coroidea (NVC) en pacientes menores de 50 años. Los nuevos fármacos antiangiogénicos se usan de forma ¿off-label¿ con diferentes calendarios terapéuticos para tratar la NVC. El propósito de este proyecto es analizar los resultados visuales de la neovascularización coroidea (NVC) del paciente miope magno tratado con bevacizumab intravítreo mediante dos pautas diferentes de inicio y determinar qué otros factores pueden influir en el resultado visual tras dicho tratamiento. Métodos: Hemos realizado un estudio piloto, prospectivo, comparativo, no randomizado, consecutivo e intervencionista. Cuarenta y un ojos de cuarenta pacientes miopes con NVC clásica subfoveal y yuxtafoveal se trataron con inyecciones intravítreas de 1,25 mg de bevacizumab. Aquellos pacientes que habían sido tratados previamente mediante TFD comenzaron a tratarse con bevacizumab intravítreo si la NVC no respondía a la TFD o se reactivó tras el tratamiento. La falta de respuesta de la TFD fue definida como disminución de la agudeza visual asociada a un aumento de diámetro de la NVC tres meses después de la última sesión de TFD o a una reactivación posterior de la misma. Se consideraron dos grupos de pacientes. El Grupo 1 incluyó 21 ojos consecutivos tratados por una inyección intravítrea de 1.25 mg de bevacizumab; el Grupo 2 comprendió 20 ojos consecutivos tratados por tres inyecciones consecutivas mensuales intravítreas de 1,25 mg bevacizumab por protocolo. Los pacientes eran controlados cada mes mediante MAVC, exploración biomicroscópica del ojo y OCT. Se realizaba AFG si existían dudas sobre la actividad de la membrana. Se realizaron inyecciones intravítreas cuando se detectaba actividad de la NVC en ambos grupos (a demanda). Resultados: Ambos grupos no presentan diferencias estadísticamente significativas entre sí al inicio haciéndolos comparables en cuanto a edad, sexo, antecedentes de pseudofaquia, TFD previa, EE inicial, MAVC en letras escala ETDRS inicial y MAVC en escala LogMAR inicial. Respecto a la mejoría de la MAVC, el Grupo 1 ganó una media de 8,2 letras (p=0,001, t de Student) y el Grupo 2 ganó 6,1 letras (p=0,00, t de Student). Los cambios en el EFC al cabo de 12 meses medidos mediante OCT no fueron estadísticamente significativos para ambos grupos. El número medio de inyecciones realizadas fue de 1,4 en el Grupo 1 frente a 3,2 en el Grupo 2 (p=0,000, U de Mann-Whitney) y el número de re-inyecciones realizadas tras el protocolo inicial fue de 0,4 vs 0,2, respectivamente (p=0,55, U de Mann-Whitney). La mejoría de la MAVC de los pacientes del Grupo 1 que no habían recibido previamente TFD fue estadísticamente significativa (p=0,01, Wilcoxon). Por otro lado, en el Grupo 2, se observó mejoría de la MAVC en los pacientes que no habían recibido previamente TFD pero no fue estadísticamente significativa (p=0,08, Wilcoxon). Al compararlos por grupos de edades se observó que los pacientes de menos de 50 años presentaban una mejoría de la MAVC en ambos grupos de forma estadísticamente significativa. Grupo 1 (p<0,001, t de Student) y Grupo 2 (p=0,05, test de Wilcoxon). Conclusiones: Ambos calendarios alcanzan resultados similares en cuanto a mejoría de la MAVC, aunque el primer grupo (una inyección inicial) requiere un menor número de inyecciones, por lo que la pauta de tratamiento es más favorable ya que los riesgos son menores. Los resultados son más favorables en el grupo de menos de 50 años y en el grupo que no ha recibido previamente tratamiento mediante terapia fotodinámica