Xavier Fornerethistoria y leyenda de un escritor

  1. Catala Valles, Maria Jose
Dirixida por:
  1. Concepción Palacios Bernal Director

Universidade de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 29 de novembro de 2011

Tribunal:
  1. Alfonso Saura Sánchez Presidente/a
  2. Pedro Salvador Méndez Robles Secretario
  3. Lidia Anoll i Vendrell Vogal
  4. Encarnación Medina Arjona Vogal
Departamento:
  1. Filología Francesa, Románica, Italiana y Árabe

Tipo: Tese

Teseo: 114602 DIALNET

Resumo

Nuestro trabajo de investigación se basa principalmente en el análisis de varios aspectos de la vivencias personales de este "petit romantique" del siglo XIX, reflejados en algunas de sus producciones literarias. Forneret vivió setenta y cuatro años y a lo largo de su larga dedicación a la literatura cultivó varios géneros y fue prolijo en comparación con otros autores contemporáneos. Contamos con unas treinta obras entre las publicadas y las que han desaparecido. Nos encontramos pues frente a un autor que podría haber triunfado al menos con el reconocimiento de uno de sus trabajos, Le diamant de l'herbe, obra considerada en la actualidad como una joya literaria, pero la crítica no le favoreció nunca, tal vez cansada de su presuntuosa actitud omnisciente. Los datos biográficos que conocemos no son lo suficientemente aclaratorios como para ayudarnos a comprender las razones que le impulsaban a mostrar esa actitud desafiante frente al rechazo de la crítica. Coincidimos con las teorías de André Breton, quien pensaba que Forneret fue un avanzado de su tiempo, un ser incomprendido por sus excentricidades, tanto en su manera de vestir y comportarse como en su manera de concebir sus obras. La compleja personalidad de Forneret se aparta de cualquier forma de pensar tradicional y nos lleva a plantearnos si verdaderamente deseaba ser aceptado por el público o si en realidad lo que pretendía era ser reconocido y admirado por sus ideas y su particular manera de percibir una realidad que visionaba al margen de los estereotipos marcados por la época. Oportunidades de relacionarse con los llamados "Jeunes France" no debieron faltarle, ya que vivió varios años en París, donde las nuevas tendencias de estilo se imponían en la literatura. Los escasos detalles que conocemos de esta época nos indican que siempre permaneció aislado, pero no ajeno a los acontecimientos que rodeaban al grupo de poetas que formaban el "Petit Cénacle". Forneret era capaz de expresar lo que sentía a través de su literatura como cualquier autor de prestigio reconocido, pero se abandonaba a sus delirios más íntimos, descargando de una manera automática, casi sin pensar, su escritura. Gracias a ello podemos hablar hoy de su modernidad, que contrastaba con el hermetismo académico de la época, no sólo en lo referente a lo literario, sino sobre todo en sus vivencias personales tan apartadas de la realidad social. Resulta paradójico el hecho de que siendo tan religioso y creyente en Dios, bautizase a sus hijos y sin embargo no llegara nunca a contraer matrimonio, ni civil ni religioso, con Jeanne Sarrey, su primera compañera sentimental, y tampoco con Émilie Martin, madre de sus dos hijos. Esta modernidad tanto en su vida como en su obra, no fue aceptada por la crítica, que percibía sus innovaciones desde una perspectiva tradicional. Forneret fue un precursor en muchos aspectos, como por ejemplo en el uso de los epígrafes inspirados por Walter Scott; todas sus innovaciones hicieron de Forneret un escritor atípico que no encajaba en su tiempo. Tachado de excéntrico por la crítica de la época por el uso de novedades en sus obras que el público no comprendía, fueron los surrealistas los que dieron a Forneret la importancia que merecían sus "bizarreries"de estilo. No podemos negar que fue un precursor de los aforismos, retomados más tarde por Apollinaire. Tampoco olvidaremos que fue un innovador en la publicidad literaria. Los carteles anunciando sus obras, los personajes vestidos de negro con ropas mortuorias divulgando la representación de L'Homme noir por toda la ciudad, no habían tenido precedentes. La obsesión por insertar en su obra un retrato de su rostro para que todos pudieran conocer al autor, es algo común actualmente, pero en la época debió asociarse con otra de sus manías. El estilo que muestran algunas de sus obras es bastante moderno para una época acostumbrada a seguir las reglas establecidas: páginas enteras en blanco, puntos suspensivos que no acaban, frases que bailan en diferentes espacios en cada página. Todo ello contribuyó a que Forneret fuese catalogado por los surrealistas como el precursor de la escritura automática. Si bien es cierto que algunas obras carecen de interés literario frente a otras que sí lo tienen, es precisamente gracias a esta literatura excéntrica y desalmada donde se ve al Forneret más personal, aquel que deja fluir su imaginación tal y como sale de su cabeza, refugiándose en un mundo aparte que le permite escapar de una vida, que no debió ser fácil sentimentalmente hablando, a partir de la pérdida de sus dos seres más queridos: su padre y su hermana. La muerte impregna la obra del autor desde sus primeras producciones y es un tema que le preocupa bastante; prueba de ello es el elevado número de páginas que le dedica en su trayectoria literaria. Coincidimos con Eldon Kaye, cuando manifiesta que el escritor "[¿] a parodié la Mort et la douleur dans ses livres comme il les a parodiées dans la vie. Ce fut son seul moyen de les surmonter". Con esta parodia que Xavier Forneret hace de los acontecimientos tristes que envuelven su existencia, creemos que empieza a gestarse su humor negro. El humor negro de Forneret no es un humor gracioso que resalta las circunstancias anecdóticas del hecho que describe, sino todo lo contrario. Forneret utiliza el humor para realzar el aspecto más triste y macabro de la realidad que describe en sus historias. Un buzón en una tumba para comunicarse desde el más allá, o un cretino que muere congelado mientras escucha una bella melodía que se escapa a través de una ventana, pero colmado de felicidad en su rostro inerte. Estos son sólo pequeños ejemplos de las numerosas muestras de humor que aparecen en sus obras. Este solitario escritor, apartado del mundo, amargado por su falta de éxito, usaba todas las armas que tenía para defenderse de la mezquindad de sus semejantes. Pensamos que el humor negro de X. F. era una especie de armadura para enfrentarse a la malicia de la sociedad que le rodeaba, En cuanto al tema de la mujer hemos podido observar un apoyo por parte del escritor hacia el desconsiderado sexo femenino en aquella época. Con su única novela Caressa, Forneret se atreve a mostrar a sus lectores potenciales y a la crítica, una historia sobre la posición de inferioridad de la mujer con respecto al hombre en el siglo XIX. Las vejaciones que el escritor deja emanar a través de su emocionada pluma, mediante las palabras de la protagonista, revelan la importancia que Forneret atribuía al sexo femenino. Pero no sólo destapa la decadente situación femenina en esta obra, también lo hizo en varias obras anteriores a esta novela. La leyenda de un escritor que se vestía como el personaje que había imaginado en su obra L'Homme noir traspasó su literatura y se incorporó a su vida. Muchos rumores que fueron creándose a su alrededor y que no han sido confirmados en su biografía.