El vidrio de ventana y su empleo en la arquitectura romana de la Bética

Abstract

Las evidencias arqueológicas y la información aportada por las fuentes clásicas (literarias, epigráficas e iconográficas) indican que el vidrio de ventana fue un material que jugó un papel destacado en la arquitectura de época romana. No obstante, debido a que no se ha recuperado del mismo modo que otros materiales, por desconocimiento o por desinterés así como por ser frecuentemente reciclado desde la Antigüedad, el conjunto de vidrio de ventana romano conocido representa con seguridad solo una parte muy sesgada de lo que debió ser en su momento. La documentación arqueológica sugiere que el vidrio de ventana hizo su aparición hacia el cambio de era, momento en el que la industria vidriera comenzó a mejorar algunas de sus técnicas de elaboración. Asimismo, la amplia variedad formal de vanos existente en la arquitectura romana precisó del uso de diferentes tipologías de paneles, como los ortogonales planos o los hemisféricos, estos últimos empleados para cubrir los oculi, principalmente en construcciones termales. La utilización de vidrio en estos edificios tuvo, sobre todo, un carácter funcional, ya que permitía la iluminación de espacios internos al dejar pasar la luz del exterior y protegía, además, el interior de las salas de la climatología adversa. Por otro lado, también tuvo un importante valor estético ya que, junto a otros materiales, el vidrio formó parte de los grandes programas decorativos desarrollados en las estancias más prestigiosas. En esta Tesis Doctoral se ha estudiado el vidrio de ventana de época romana en la provincia hispana de la Bética. La motivación principal para realizar esta Tesis fue la de cubrir el vacío existente en la investigación científica sobre este tipo de vidrio en esta provincia de la Hispania romana. Se seleccionaron los siguientes yacimientos arqueológicos por sus posibilidades de estudio para este tipo de vidrio: Cortalago, Acinipo, Carmo, Astigi, el conjunto termal de Herrera, Torreparedones y colonia Patricia Corduba. En total se ha estudiado un conjunto de 918 fragmentos de vidrio de ventana, lo que ha permitido confirmar la amplia presencia de este tipo de cerramiento en la arquitectura romana de la Bética. El análisis del contexto de los distintos hallazgos indicó que estos paneles se emplearon en esta provincia romana, tanto en edificaciones públicas (termas o curias) como privadas, y tanto en ámbitos urbanos como rurales. En Córdoba, por ejemplo, su uso se evidencia desde los siglos I al V d.C. El estudio del conjunto de vidrio de ventana se ha realizado a partir de dos aproximaciones complementarias: una más tradicional basada en el análisis de la morfología de los fragmentos de vidrio y su contexto de hallazgo; y otra más novedosa a partir de la caracterización arqueométrica de una selección de muestras de vidrio de ventana, utilizando técnicas instrumentales como microsonda de electrones (EPMA), microscopía electrónica de barrido de emisión de campo (MEBEC), microscopía electrónica de barrido convencional (MEB), microanálisis por dispersión de energías de rayos-X (EDS), difracción de rayos X (DRX) y espectrofotometría ultravioleta-visible-infrarrojo cercano (UV-Vis-IRP). Ambas aproximaciones han permitido obtener datos muy valiosos sobre la elaboración, la cronología, los sistemas de instalación, el estado de conservación, la composición química y la posible procedencia del vidrio utilizado de una parte muy importante de los fragmentos estudiados. Los resultados indican que la mayoría de los vidrios de ventana hallados en la Bética eran paneles planos cuadrangulares que se realizaron por colada, a veces a partir de dos o más vertidos, entre época altoimperial y los siglos IV-V d.C. Solo se ha identificado un ejemplo hemisférico en el yacimiento de Torreparedones. La caracterización de su composición química mostró que se trata de vidrios de silicato sódico cálcico, composición habitual en los vidrios de época romana, en los que se empleó natrón mineral como fundente. La baja concentración de óxido de hierro revela que se utilizaron arenas con pocas impurezas, lo que proporciona el característico color verde-azulado a la mayoría de vidrios analizados, así como el uso mayoritario de dióxido de manganeso como agente decolorante. La comparación de los resultados de la composición química con los datos publicados en la bibliografía sugiere que la mayoría del vidrio de ventana empleado en la Bética se produjo en bruto en la costa sirio-palestina del Mediterráneo oriental, y que luego los paneles de vidrio plano se elaboraron, posiblemente, en talleres secundarios de esta provincia de la Hispania romana. En general, los vidrios analizados presentan un buen estado de conservación, aunque se ha detectado que en casi todos ellos se han eliminado las capas de degradación superficial como consecuencia de procesos de limpieza agresivos en el momento de sus hallazgos, o sistemas de almacenamiento inadecuados. La aportación principal de esta Tesis Doctoral tiene dos claras implicaciones. Por un lado, ha servido para documentar y revelar que el vidrio plano de ventana fue un material importante, probablemente igual de importante que otros materiales constructivos, en la arquitectura romana de la Bética y que hasta ahora era prácticamente desconocido; y por otro lado, ha puesto de manifiesto la utilidad de una aproximación que combina el análisis morfológico y contextual con el análisis arqueométrico en el estudio sistemático de este tipo de materiales. El gran potencial que ofrece el estudio del vidrio plano de ventana plantea la necesidad de ampliar este tipo de investigación tanto a otras zonas de Hispania como a otras tipologías de vidrio romano, lo cual ayudará sin duda a tener una mejor comprensión de lo que fue la producción y uso de vidrio en las provincias occidentales del Imperio.