The viral screenviruses, zombies, and infectious diseases in post-millennial films

  1. Echeverría Domingo, Julia
Dirigida por:
  1. María del Mar Azcona Montoliú Director/a
  2. Celestino Deleyto Alcalá Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. David Roche Presidente/a
  2. Manuela Ruiz Pardos Secretario/a
  3. Juan Antonio Suárez Sánchez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 494693 DIALNET

Resumen

Esta investigación parte de la premisa de que las epidemias y enfermedades infecciosas han cobrado fuerza y visibilidad en la cultura popular especialmente a partir de los años 2000. Tomando como punto de partida la fecha simbólica del 11-S, que sociólogos como Alain Touraine ([2005] 2007) consideran un antes y un después en la configuración del mundo social y político, este trabajo trata de comprender los motivos detrás de la eclosión de males contagiosos en la ficción y, más concretamente, en el cine reciente. La popularidad del virus y su personificación en monstruos como el zombie (que se ha convertido en un fenómeno viral en sí mismo) se entiende en esta tesis como una manifestación, por un lado, del estado socio-político del mundo, marcado por la inestabilidad y el miedo a amenazas cada vez más invisibles y difíciles de prever o "atrapar", y, por otro, de los cambios que tienen lugar a un nivel más profundo y estructural, lo que teóricos como Tony D. Sampson (2012) han denominado el paradigma epidemiológico caracterizado por la viralidad, un concepto que nace a partir de la nueva era digital. Después de realizar un recorrido histórico a través del género de epidemias anterior a los años 2000, la tesis se centra en las películas y convenciones del género actual, que son depositarias de una larga tradición de mitos y metáforas relacionadas con el contagio y la idea de castigo divino (expresada visualmente a través de planos cenitales que "dibujan" un eje vertical) así como de la idea científica del microorganismo que invade y penetra las células sanas, contaminando a los personajes en una red exponencial (expresada visualmente a través de primerísimos planos y de mapas que dibujan un eje horizontal de contagio). La invisibilidad, mutabilidad, penetrabilidad y capacidad reproductora y mimética de los virus; sus consecuencias transformadoras del cuerpo (tanto orgánico como político); el ostracismo y estigma que despiertan aquellos infectados y las medidas profilácticas que se toman frente a estos (establecimiento de barreras y cuarentenas, investigación y administración de vacunas...) admiten una multiplicidad de significados que son utilizados por la ficción para expresar las ansiedades y temores que caracterizan la era presente. El corpus de la tesis está compuesto principalmente por cuatro películas pertenecientes a géneros distintos pero que muestran, todas ellas, la importancia de este nuevo paradigma viral. En el thriller médico Contagion/Contagio (2011), el director Steven Soderbergh pretende realizar una aproximación lo más científica y veraz posible a la epidemiología, centrándose en la labor de los investigadores y en sus esfuerzos por conseguir frenar la expansión global del virus ficticio MEV-1, así como por desarrollar una vacuna. La película hace hincapié en la rápida expansión global del virus, y en la contraposición que se establece entre la espontaneidad del contagio (que deriva de la interrelación casual entre individuos a nivel global) y la necesidad de frenar esos flujos relacionales a través de medidas inmunitarias. O, en términos utilizados por el filósofo Roberto Esposito (2008), la contraposición entre "comunitas" e "inmunitas". La novedad de la película respecto a ficciones anteriores del mismo estilo reside en su incorporación de la idea de "viralidad digital" a través del personaje de Alan Krumwiede (Jude Law), cuya difusión de rumores infundados y de remedios milagrosos a través de las redes sociales e Internet es comparada por la película con la propagación del virus biológico. En segundo lugar, en este trabajo se sostiene que la distopía pos-apocalíptica Children of Men/Hijos de los hombres (Alfonso Cuarón 2006) articula, a través de la epidemia de infertilidad global, los conceptos de "miedos virales" (Sampson 2012) y "autoinmunidad", este último desarrollado principalmente por el filósofo Jacques Derrida (Borradori 2003) en referencia a la llamada Guerra contra el Terror iniciada en los años posteriores a los ataques del 11S. Las medidas inmunitarias de cierre de fronteras que el régimen dictatorial de la película impone contra la inmigración y el terrorismo acaban auto-atacando el propio cuerpo del estado, que se convierte en un espacio infinito de guerra y esterilidad. La infertilidad termina siendo una manifestación de la enfermedad autoinmune del mundo occidental, que intenta protegerse ante peligros que fluyen sin confines en un nuevo panorama globalizado en el que las divisiones binarias del tipo dentro/fuera, nosotros/el Otro son cada vez más difusas y complicadas de establecer. El tercer caso de estudio, la película Warm Bodies/Memorias de un zombie adolescente (Jonathan Levine 2013), pertenece al género zombie y, al mismo tiempo, al cine adolescente, y surge a partir del éxito de la saga Crepúsculo. La película combina las convenciones de los géneros de la comedia romántica y el teen pic junto con los significados ambivalentes que contiene el zombie desde su concepción como parte de la religión y cultura vudú en Haiti en la época colonial (con sus connotaciones de esclavitud y rebelión) hasta su transformación actual como parte de la cultura popular en forma de masas de cuerpos virales. En Warm Bodies el zombie protagonista vuelve gradualmente a la vida gracias a su interacción con una humana. Entre ellos se establece una relación de transformación/contaminación mutua positiva que acaba contagiando tanto a la comunidad zombie como a la humana, inicialmente divididas y enfrentadas. La película explora el concepto de amor como arma política y revolucionaria, una idea desarrollada por Michael Hardt y Antonio Negri (2004) y retomada por Tony D. Sampson en forma de amor contagioso y "viral" (2012), un concepto que este último ejemplifica a través de la campaña presidencial de Obama en 2008 (y su utilización de la esperanza como motor movilizador de las masas). Así pues, frente a la visión normalizada del contagio como un proceso negativo y destructivo, la película muestra el surgimiento y la "popularización" en las últimas décadas de la noción del contagio más allá de la enfermedad infecciosa, una idea que entronca con el contagio de afectos al que aluden Gilles Deleuze y Félix Guattari ([1987] 2005) y, en general, con la teoría del contagio social que surgió como disciplina a finales del S. XIX con sociólogos como Gabriel Tarde ([1890] 1903). Frente a la utilización del miedo viral por parte del régimen totalitario representado en Children of Men, película que alude explícitamente a acontecimientos como la Guerra de Irak y la administración Bush, Warm Bodies hace referencia implícita a movimientos sociales como Occupy Wall Street que se propagan de forma infecciosa especialmente entre los jóvenes a través de las nuevas tecnologías. Finalmente, la película Blindness/A ciegas (Fernando Meirelles 2008) sirve para ilustrar la capacidad auto-reflexiva del virus. El cine de epidemias resulta un vehículo apropiado para reflexionar sobre el propio cine como medio "contagioso", algo que es especialmente palpable en la nueva era digital, caracterizada por la viralidad y por la creciente invisibilidad y cualidad intangible y etérea de los productos de consumo. A través de su epidemia de ceguera y de la cuarentena que fomenta la creación de nuevos lazos entre personas de diversos estratos sociales, géneros, razas y edades, Blindness puede interpretarse como un meta-comentario sobre los procesos transnacionales de la propia industria cinematográfica. La necesidad del cine no Hollywoodiense de buscar financiación más allá de los límites de su propio país, en un contexto cada vez más liberalizado, conduce a la proliferación de co-producciones internacionales que establecen puentes entre países en un principio tan dispares como, en el caso de Blindness, Canadá, Brasil y Japón. La epidemia de ceguera se entiende aquí como un reflejo de estos procesos globales ambivalentes, que por un lado son acusados de destruir la idiosincrasia de los cines nacionales y, por otro, conducen a la creación al mismo tiempo de un nuevo cine híbrido fuera de las etiquetas y oposiciones tradicionalmente establecidas entre el cine de Hollywood y el "World" o "Third Cinema" o entre el cine comercial y el cine independiente. A través de estos casos de estudio, y del análisis de las estrategias visuales que cada uno emplea para reflejar estos significados, se pretende demostrar la ubicuidad del paradigma epidemiológico, la permeabilidad del virus y su maleabilidad y adecuación para articular diversos discursos contemporáneos en una realidad en la que, quizás más que nunca, existe una mayor conciencia sobre la interrelación entre individuos, bienes y capitales a nivel global, y sobre los "contagios" que estos intercambios conllevan.