Análisis de los factores psicosociales y familiares relacionados con el consumo de drogas de iniciación en adolescentes.
- ALFONSO PÉREZ, JOSÉ PEDRO
- José Pedro Espada Sánchez Zuzendaria
- Tania Bibiana Huedo Medina Zuzendarikidea
Defentsa unibertsitatea: Universidad Miguel Hernández de Elche
Fecha de defensa: 2008(e)ko uztaila-(a)k 30
- Jesús Rodríguez Marín Presidentea
- José Antonio García del Castillo Rodríguez Idazkaria
- Juan Manuel Ortigosa Quiles Kidea
- José Manuel García Fernández Kidea
- José Antonio Carrobles Isabel Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Los datos extraídos de la última encuesta escolar del Plan Nacional sobre Drogas (2002) informan de las tendencias actuales en el consumo de drogas legales en población adolescente (14-18 años). El informe destaca que: 1) el alcohol y el tabaco son la primera y segunda sustancia psicoactiva más consumida, con un 76% y 34,4% respectivamente de adolescentes que las han probado, 2) los consumos de tabaco y alcohol son los que tienen una mayor continuidad o fidelización, (los estudiantes que probaron las sustancias repitieron el uso de éstas en los siguientes 30 días, en un 88,7% y 76,2%, respectivamente), 3) el consumo de alcohol se concentra básicamente en el fin de semana (del 58% que consumió alcohol en los últimos 30 días, el 42,9% restringió el mismo exclusivamente al fin de semana), 4) el patrón de consumo de alcohol es experimental u ocasional y vinculados a contextos lúdicos, 5) las chicas consumen drogas legales con más frecuencia pero en menor cantidad que los chicos, 6) el tabaquismo tiene una importante presencia entre los escolares, siendo los consumos medios de tabaco siete cigarrillos al día, 7) acentuación de las diferencias entre sexos de la tasa de prevalencia de uso de tabaco siendo superior en las chicas. Han sido analizados, entre otros, factores psicopatológicos que median el consumo de tóxicos en la adolescencia. En esta línea, la revisión desarrollada por Michel et al. (2001) identificó dos tipos de factores psicopatológicos; externalizados e internos. GENERAL: Identificar las variables psicológicas y familiares que predisponen al consumo de alcohol, tabaco y cannabis en alumnos de Educación Secundaria Obligatoria (E.S.O.) y establecer modelos predictivos de consumo. OBJETIVOS ESPECÍFICOS: 1º Conocer la prevalencia del consumo de drogas de iniciación en una muestra de escolares.2º Comprobar el valor predictivo para el consumo de una serie de variables individuales y de socialización. 3º Proponer distintos modelos predictivos del consumo de sustancias.4º Establecer patrones de la frecuencia del consumo en función de diversas variables individuales y de socialización. Método: 1.- Variables; Reacción de la familia ante el consumo, consumo y actitudes hacia las drogas por parte de sus amigos, y las actividades de riesgo que realizan conjuntamente con sus iguales, Acceso a las drogas, Riesgo familiar, Educación familiar en drogas, Actividades protectoras, Estilo educativo, 2.- Instrumentos; a.- Cuestionario de factores de riesgo interpersonales para el consumo de drogas en adolescentes (FRIDA; de Secades, et al. 2006). 2.- Cuestionario de depresión (C.D.I.), 3.- Cuestionario de consumo de Alcohol, Tabaco y Cannabis ad-hoc. 3.1.2.- Registros fisiológicos: Coximetría. Hipótesis: A; General: Los adolescentes consumidores tendrán mayor prevalencia de factores de riesgo familiares, de ansiedad y de depresión. B; Específicas: 1. Con la edad aumentará el consumo de drogas, 2. Las mujeres presentarán tasas de consumo de alcohol y tabaco mayor y los varones de cannabis, 3. Los adolescentes consumidores tendrán menor rendimiento académico. Plan: Estudio de campo a realizar entre marzo y junio de 2007. En primer lugar se realizarán análisis descriptivos para obtener frecuencias de consumo de drogas a lo que seguirá un análisis de relaciones entre variables mediante el índice de correlación de Pearson, comparación de medias por medio de análisis de varianzas univariado y análisis de regresión logística. RESULTADOS: H1: Mayor prevalencia de consumo de tabaco y alcohol que de cannabis y mayor consumo esporádico (Arco y Fernández, 2002). H4: Patrón típico de policonsumo (e.g. Aubé, 1993; Luengo, 1992).H5: La sintomatología depresiva es mayor en los consumidores (e.g. Muñoz-Rivas, 2001; Wild, 2004).H7: El rendimiento académico es menor en los consumidores (e.g. Holmberg, 1986; Mensh y Kandel, 1988)H8: La reacción de la familia en forma de disgusto ante el consumo es una variable predictora del menor consumo de drogas de iniciación (Alfonso, 2006; Muñoz-Rivas, 2001; Secades, 2005).H9: El grupo de amigos/iguales es un pronosticador significativo del consumo (e.g. Iannotti, 1996 vs. Comas, 1990 y Muñoz-Rivas, 2001; Noller, 1994, Espada, 2008).H10: La percepción del adolescente de la facilidad que tiene para conseguir drogas aumenta la probabilidad de su consumo (e.g. Alfonso, 2006; Muñoz-Rivas, 2001; Secades, 2005).H11: La carencia de afecto, el conflicto familiar y el consumo de drogas familiar son predictores del consumo de las mismas. Los factores de riesgo familiar no han resultado significativos en la cantidad de tabaco ni de cannabis consumidos (e.g. DiClemente, 2001; Gosselin, 2000; Martínez, 2003; Méndez y Espada, 1999).H12: Las actitudes y conductas familiares negativas hacia el consumo de drogas son predictores significativos de su no consumo (e.g. Brook, 1986; Campins, 1996; Cloninger, 1985; Pons 1996).H13: Una buena calidad de actividades con la familia es predictor del no consumo de drogas de iniciación (e.g. Alonso y Del Barrio, 1994; Pons, 1996).H14: Un estilo educativo familiar democrático es un predictor significativo del no consumo (e.g. Espada y Méndez, 2002).H15: Puntuaciones bajas en la coximetría es predictor significativo de no consumo de drogas. Análisis incidental de factores psicosociales y familiares de toda la poblalción adolescente del municipio de Crevillente (Alicante). Los objetivos eran conocer la prevalencia del consumo, desarrollar modelos de predicción del consumo de alcohol, tabaco y cánnabis así como un análisi de las frecuencias de consumo. Los resultados han permitido corroborar las hipótesis planteadas y desarrollar modelos de predicción del consumo para cada una de las tres sustancias evaluadas. A partir de ahí se hace posible con una mayor concreción el desarrollo de programas de prevención actualizados que eviten los problemas de talla única que han conllevado a un fracaso relativo de dichos programas.