Sistemas agrosilvopastorales en el sudeste ibéricouna alternativa sostenible a los monocultivos leñosos de secano
- Ramos Font, Maria Eugenia
- Ana Belén Robles Cruz Director
- José Luis González Rebollar Co-director
Defence university: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 09 October 2009
- María Concepción Morales Torres Chair
- Emilio Benítez León Secretary
- Carlos Passera Committee member
- Antonio Sánchez Navarro Committee member
- Segundo Ríos Ruiz Committee member
Type: Thesis
Abstract
Este trabajo de Tesis estudia diferentes propuestas de integración de cubiertas vegetales y manejo de ganado ovino en los cultivos de almendros, de un área marginal del sudeste ibérico con marcada continentalidad. Para ello, se evaluaron distintas cubiertas espontáneas y cultivadas -con manejo ecológico y convencional- en términos de producción y calidad de forraje, así como, de mejora de las propiedades físicas, químicas y bioquímicas del suelo. Esta propuesta surge como una alternativa a los monocultivos con suelo desnudo, labrados 3 ó 4 veces al año. Dicho manejo era exigido por la inspección administrativa para poder recibir la subvención de la PAC. La zona seleccionada para el estudio fue la finca "Los Morales" (Huéscar), representativa de este tipo de cultivo en los altiplanos de Granada. En primer lugar, se realizó un estudio de la cubierta espontánea (pastos naturales) que crece bajo los almendrales, cuya composición florística estuvo determinada, principalmente, por dos factores: el tipo de manejo del suelo (tanto si es labrado el otoño anterior y no se pastorea, como si permanece sin labrar -durante dos o tres años- y se aprovechan sus pastos espontáneos) y la pluviometría (variable intra- e interanualmente). El manejo con laboreo reciente favoreció la diversidad específica y la riqueza de familias, cuyas especies pertenecían fundamentalmente a comunidades arvenses. En cambio, la cubierta manejada sin laboreo y pastoreada, menos diversa y menos rica en familias, resultó dominada por especies de interés pascícola propias de pastos terofíticos nitrófilos y subnitrófilos característicos de estos ambientes. Por su parte, la xericidad ambiental parece mostrar una fuerte incidencia en la disminución de la riqueza específica y de la calidad de los pastos, debido a la ausencia de leguminosas y a la escasez de especies de mayor valor nutritivo (Capítulo 1). El estudio de la composición específica de los pastos demostró igualmente la importancia de incrementar el contenido en proteína de los mismos, ya que estos eran pobres en leguminosas. A tal efecto se realizó un ensayo de siembra de una mezcla de gramíneas, leguminosas y crucíferas (barbecho semillado) con alta capacidad de resiembra o rebrote. Asimismo, se evaluó el papel del ganado en la mejora de pastos mediante la práctica de redileo, en la cual, además, se aprovechó la capacidad de dispersión endozoócora (previa ingesta) para incorporar las especies de dicha mezcla en los pastos (barbecho estercolado-semillado). Ambos tipos de cubierta fueron comparados y se observó que, en el primer año de estudio, el barbecho semillado estuvo compuesto por un 58% de malas hierbas, mientras que, en el segundo año, este porcentaje se redujo al 27%. En cuanto al barbecho estercolado-semillado, encontramos que menos de un 1% del peso seco de la producción total, en el primer año, y alrededor de un 4%, en el segundo año, correspondió a las especies ingeridas por el ganado, debido al bajo porcentaje de recuperación de semillas y a la escasa capacidad de establecimiento de las plántulas. En este caso, en el primer año de estudio, la composición florística estuvo dominada por especies arvenses y, en el segundo, por especies de pastos terofíticos nitrófilos y subnitrófilos. El valor nutritivo (proteína y digestibilidad) fue mayor para el barbecho semillado que para el barbecho estercolado-semillado (Capítulo 2). En la zona de estudio, la avena es el alimento básico en la dieta de la oveja, por lo cual evaluamos su producción y rentabilidad en secano y regadío ensayando distintas dosis de abonado mineral (producción convencional) y de estiércol de oveja (producción ecológica). En lo que se refiere a las condiciones de humedad del suelo, el estudio ha mostrado no sólo las grandes diferencias de producción entre regadío y secano, sino que, en los años secos, incluso con un solo episodio de riego en mayo, ésta llegó a duplicarse. En cuanto a la incidencia del tipo de abonado, los resultados no mostraron grandes diferencias de producción, aunque los costes del modo de producción ecológico resultaron menores que los del convencional, y los beneficios derivados de la venta de excedentes del cereal ecológico, mayores (Capítulo 3). El cultivo ecológico (abono orgánico comercial) y el cultivo convencional (abono mineral) de avena y avena-veza, con distintos modos y fechas de aprovechamiento (pastoreo a mitad de mayo, heno a principios de junio, grano y paja a mitad de julio), fueron evaluados como cultivos de cobertera y forraje para el ganado. Se observó que las producciones de avena-veza fueron similares o ligeramente mayores que las de avena, aunque la calidad nutritiva fue mayor en el caso de la avena-veza. Por su parte, las diferencias de producción entre el cultivo ecológico y el convencional fueron pequeñas (inferiores al 10%) para ambos años, aunque éstas sólo fueron significativas un año, que fue mayor para el convencional. Además, cuando el cultivo estaba en un estadío temprano del desarrollo (aprovechamiento en pastoreo), el abono mineral favoreció la proporción de veza y, por tanto, la cantidad de proteína. Este tipo de aprovechamiento mostró, además, una incidencia favorable en la producción de almendra, pues la temprana eliminación del pasto reduce la competencia con el cultivo. No obstante, puesto que en las condiciones extremas del lugar los almendros sólo producen una cosecha rentable cada 5 años, la opción de poder contar con pastos aprovechables bajo el arbolado permite al agricultor decidir el momento de aprovechamiento de la avena, o avena-veza, en función de las necesidades de forraje y/o las previsiones de producción de almendra (Capítulo 4). Los efectos sobre el suelo de las distintas cubiertas vegetales (pastos naturales y agrícolas) fueron evaluados y comparados con un monocultivo labrado frecuentemente (Capítulos 5 y 6). Los suelos manejados con cubiertas mostraron una mayor estabilidad estructural de los agregados en húmedo, una mayor cantidad de carbono orgánico total y nitrógeno total, un pH menor, y una mayor actividad enzimática. Además, aquellas cubiertas que contenían leguminosas (avena-veza y barbecho-semillado) aumentaron su contenido en carbono hidrosoluble y su actividad fosfatasa. Por su parte, los suelos fertilizados con abonos orgánicos (estiércol o abono comercial) mostraron mayores actividades enzimáticas (Capítulos 3 y 6), mientras que los fertilizados con abonos minerales presentaban concentraciones más elevadas de fósforo asimilable. El único efecto negativo detectado en los ensayos con cubiertas fue la disminución de la humedad del suelo respecto a la situación sin cubierta (suelo desnudo), por lo que, para paliar este efecto, es recomendable la eliminación de las cubiertas en primavera, bien sea mediante un pase de cultivador o bien mediante pastoreo. Aunque la humedad registrada fue mayor cuando se eliminaron mediante laboreo, el pastoreo, además, favoreció la actividad enzimática del suelo y un aumento del carbono hidrosoluble. En definitiva, el estudio constata una relevante pérdida de recursos pascícolas y de calidad del suelo en los almendrales del sudeste ibérico, manejados con laboreo permanente. Asimismo, señala la necesidad de transformar estos monocultivos en sistemas agrosilvopastorales, que integran diversas cubiertas herbáceas y el ganado ovino, para aumentar su sostenibilidad, conservando y mejorando los recursos naturales. Por tanto, este modelo diversificado no sólo no debería quedar excluido de las ayudas de la PAC, sino que, de hecho, deberían estar favorecidos por éstas (como de hecho ocurre desde el año 2007).