Evaluación de las interacciones entre hongos formadores de micorrizas arbusculares y Trichoderma harzianum en el control de la fusariosis vascular en melón
- Martinez Medina, Ainhoa
- Antonio Roldán Garrigós Zuzendaria
- José Antonio Pascual Valero Zuzendarikidea
Defentsa unibertsitatea: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante
Fecha de defensa: 2010(e)ko martxoa-(a)k 23
- José Miguel Barea Navarro Presidentea
- Pilar Torres Martínez Idazkaria
- José María Egea Fernández Kidea
- Rosario Azcón González de Aguilar Kidea
- Margarita Ros Muñoz Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El uso de plaguicidas químicos es una de las prácticas que más ha contribuido a la contaminación de los sistemas suelo-planta, repercutiendo tanto en la calidad ambiental, como en la salud humana. Además, como consecuencia de un uso reiterado, su efectividad va disminuyendo progresivamente generando problemas de resistencia. En determinadas enfermedades como la fusariosis vascular causada por el hongo Fusarium oxysporum Schlecht f. sp. melonis este fenómeno cobra una mayor importancia ya que este patógeno presenta una elevada resistencia frente a la mayoría de los plaguicidas, por lo que el manejo convencional de esta enfermedad no siempre es efectivo. Se plantea como necesario, por lo tanto, el desarrollo de nuevas alternativas para el control eficiente y seguro de las plagas y enfermedades de las plantas. El control biológico mediante el uso de antagonistas es una alternativa ecológica, no contaminante, que reduce notablemente los riesgos de adquisición de resistencia por parte de los patógenos; y que en muchos casos beneficia al ecosistema y estimula el crecimiento vegetal, haciendo más sostenible la producción agrícola, a la vez que minimiza los efectos sobre la salud humana. Entre los grupos de microorganismos del suelo capaces de proteger a las plantas frente a los patógenos se encuentran los hongos formadores de micorrizas arbusculares (hongos MA), que forman simbiosis con la mayoría de las especies de interés agrícola; y los hongos antagonistas pertenecientes al género Trichoderma. La importancia de los hongos MA en el crecimiento y la supervivencia de las plantas frente a patógenos como F. oxysporum ha sido demostrada previamente en ensayos en campo y en invernadero. De la misma manera, las especies pertenecientes al género Trichoderma han sido ampliamente utilizadas como microorganismos antagonistas de hongos fitopatógenos. Sin embargo, las prácticas más comunes de control biológico mediante el uso de estos microorganismos se basan en la introducción y establecimiento de un único aislado antagónico que, en grandes cantidades, es introducido en el suelo contra uno o varios fitopatógenos. Con este enfoque, el control biológico no ha resultado exitoso debido en gran parte a la complejidad de la rizosfera, y a la variabilidad de las condiciones ambientales. Para optimizar el uso de estos microorganismos en la biotecnología agrícola, como sistema de control de enfermedades de plantas, es necesario por lo tanto implementar nuevas técnicas que permitan optimizar los efectos beneficiosos de estos microorganismos. Una aproximación para lograr el aumento en la eficiencia del control biológico es el empleo de estos antagonistas en consorcio, pudiendo estos lograr una mayor efectividad para suprimir las enfermedades que su aplicación de manera individual. Para avanzar en el conocimiento del papel de estos microorganismos como sistema de control de enfermedades, es necesario el estudio de los efectos que las interacciones entre estos microorganismos tienen tanto sobre el crecimiento como sobre la salud de las plantas.