Simbologías del rostro representadovalores simbólicos del rostro en el arte contemporáneo

  1. Tornero Sanchis, Josep
Dirigida por:
  1. María Lorena Amorós Blasco Directora

Universidad de defensa: Universidad de Murcia

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. José Saborit Viguer Presidente/a
  2. Jesús Segura Cabañero Secretario
  3. José María López Fernández Vocal
Departamento:
  1. Bellas Artes

Tipo: Tesis

Resumen

Objetivos En esta investigación tratamos de aproximarnos a la reproducción artística del rostro, analizado desde una simbología de la ambigüedad entre lo apolíneo y dionisiaco, del mismo modo que su representación ha derivado en un conjunto de imágenes diversas y plurales, diversificando una complejidad que parece revelarse a modo de hipóstasis, reunida y universalizada en su propia etimología: el prósopon. Metodología Partiremos desarrollando un contexto antropológico e histórico del rostro representado dentro del marco de la historia de las imágenes de Occidente.Profundizaremos en la idea de Nietzsche para concretar la antítesis de lo apolíneo y lo dionisíaco y su analogía con una historia del rostro representado. Analizaremos los valores contemporáneos del rostro y el problema ante la máscara, para buscar nexos de unión con nuestra posición, recopilando ejemplos de imágenes del arte contemporáneo para profundizar en nuestra hipótesis etimológica. Hipótesis De esta manera formulamos la hipótesis por la cual, a través de ciertos retornos o residuos de lo sagrado, cobra vigencia el sentido etimológico de la palabra rostro, el prósopon como significado múltiple para designar la multiplicidad y pluralidad de su representación en el arte contemporáneo. Conclusiones El rostro representado en el arte contemporáneo parece haber encontrado su mascarada más dionisiaca, pues en cuanto a imagen es apariencia, y la máscara parece ser, de nuevo, parte unitaria del rostro representado. Imágenes de imágenes, las artes hacen brotar las apariencias como en el espejo en el que queda hipnotizado el niño Dionisos. Cabría señalar que esta artificiosidad forma parte, de esta manera, de nuestra tradición clásica y anclada todavía en los orígenes más oscuros, atendiendo a la falta de datos de los que disponemos para elaborar una posible tesis comparativa entre nuestra contemporaneidad y el pensamiento o la sociedad de la antigua Grecia. El futuro del rostro representado está en relación con la diversidad de sus interpretaciones y búsquedas artísticas. También lo está en el valor simbólico que pueda haber en un contexto que implique ese futuro. En todo caso, garantizar un futuro para una imagen o apariencia dependiendo de si es o no asignificante o asubjetivo, tal y como afirman Deleuze y Guattari, no deja de ser un condicionante de lo que en ese momento está intentando fraguar la mente del pensador, o los pensadores. Las condiciones actuales demuestran todavía un interés por el amplio espectro de imágenes y variantes del rostro representado. Desde el rostro como retrato o las diversas creaciones a las que hemos llamado rostreidad, por no presentar un vínculo cognitivo de un individuo concreto, y que están en relación con ese algo otro el cual, en su multiplicidad, puede evocar las más distintas emociones y significados. El prósopon, en definitiva, podría constituir un atlas diverso atendiendo a la multiplicidad en su propia etimología. A modo de un Atlas Mnemosyne, solamente la repetición del concepto en sus múltiples contextos en cuanto a imagen y significado, pueden abarcar de un golpe concreto, en un código unitario que es el prósopon y no tanto el rostro, o el vultus latino, la experiencia estética que se deriva ante el rostro.