Criterio alara en radiodiagnósticoreduciendo la dosis y el daño biológico tan bajo como sea razonablemente posible
- Miguel Alcaraz Baños Director
Universitat de defensa: Universidad de Murcia
Fecha de defensa: 18 de de febrer de 2011
- Carmen Isabel Gómez García President/a
- Rocío Martín Gil Parra Secretari/ària
- Octavio Caballero Carpena Vocal
- Francisco Sendra Portero Vocal
- Manuel de las Heras González Vocal
Tipus: Tesi
Resum
Pero además, es posible utilizar sustancias antioxidantes no tóxicas y habituales de la dieta humana, que pueden disminuir el daño genotóxico inducido por la radiación ionizante mostrando una capacidad de protección hasta del 74%. Su capacidad de protección, administradas antes de la exploración radiológica, no supone toxicidad alguna, por lo que su utilización no debería depender ni de los niveles de dosis administrados, ni del daño biológico esperado ya que siempre conseguirían disminuir el daño biológico hasta los niveles que son razonablemente posibles en estos momentos. VII. RESUMEN Los objetivos de nuestro trabajo se encuadran en la continua necesidad de optimización de las dosis de radiación administradas al paciente, que siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales, establece el criterio ALARA ("as low as reasonably posible", traducido como "tan bajo como sea razonablemente posible") como la base de dichos procedimientos de optimización en el Sistema de Protección radiológica. Nuestro estudio ha comenzado con una interpretación clásica del criterio ALARA respecto a la utilización de las dosis de radiación "tan bajas como sea razonablemente posible", aplicadas a la Telerradiografía Lateral de Cráneo en la edad pediátrica que se utiliza habitualmente para el estudio cefalométrico previo a tratamiento ortodóncico. Posteriormente, dado que el paciente en las exploraciones médicas siempre resulta irradiado, proponemos una nueva interpretación del mismo criterio ALARA, pero en esta ocasión, con el objetivo de reducir el daño biológico inducido por las radiaciones ionizantes "tan bajo como sea razonablemente posible". Una situación que, en estos momentos, ya puede resultar alcanzable. a) Respecto a la reducción de la dosis "tan baja como sea razonablemente posible". El primer objetivo de este trabajo consiste en adecuar la TLC a la edad pediátrica, ya que en los procedimientos habituales no se homogeneiza el haz de radiación según los volúmenes anatómicos del niño y se irradian zonas que no revisten interés ortodóncico. Con este fin, hemos construido un colimador con filtración compensada, diseñado para su utilización clínica, que permite reducir las dosis de radiación en los niños manteniendo la calidad diagnóstica de la imagen radiológica. Para ello hemos realizado una serie de experiencias sobre fantomas utilizando diversos tipos de filtros y colimadores adaptados a las características de la edad pediátrica y de los volúmenes que deben ser irradiados. Posteriormente, hemos obtenido dos imágenes radiológicas, en una serie de 25 niños que precisaban el estudio cefalométrico: una en condiciones habituales y otra con el colimador con filtración compensada propuesto. Los resultados obtenidos han permitido la fabricación de un colimador con filtración compensada que proporciona una reducción del 40% del campo irradiado (colimación). Pero que también homogeneiza el volumen irradiado y consigue una reducción de la dosis de radiación en el cristalino (32,8%); en la glándula submaxilar (31,4%); en la glándula parótida (11,4%) y en la glándula tiroides (61,4%) (filtración compensada). Globalmente, todo ello supone una reducción del 66,4% la dosis de radiación ionizante administrada a los niños en cada una de las exposiciones realizadas. b) Respecto a la reducción del daño biológico "tan baja como sea razonablemente posible". Sin embargo, el paciente siempre resulta expuesto a radiación ionizante. Por ello, el segundo objetivo ha consistido en la búsqueda de un sistema de protección biológico que pudiera disminuir el efecto genotóxico (mutagénico) de la radiación, diseñado para una posible utilización clínica, que permita reducir el daño biológico tan bajo como sea razonablemente posible en las exploraciones de radiodiagnóstico médico. Para ello, en primer lugar hemos determinado el efecto genotóxico de la radiación (X y gamma) mediante el incremento de la frecuencia de aparición de micronúcleos en linfocitos humanos bloqueados con citochalasina B y posteriormente se han utilizado diferentes sustancias, habituales en la dieta humana, para determinar un posible efecto radioprotector. Entre las sustancias administradas preirradiación, se ha determinado una capacidad de protección que ha sido significativa para las siguientes sustancias expresadas de mayor a menor eficacia: Ácido Rosmarínico, P90, Ácido Carnósico, P120, Diosmina, Apigenina-DMSO, Vitamina E, P55, Ácido Gállico, Ácido Ellágico, Carnosol, CE-50, Vitamina C, Extracto de Hojas de Olivo, Aminofostina, Extracto de Madera de Castaño e Hidroxitirosol-1 (p<0,001) alcanzado un factor de protección que llega hasta el 74%. Sin embargo, cuando las sustancias se han administrado inmediatamente después de la exposición a radiación, la capacidad de protección muestra un orden de eficacia diferente que expresadas en orden decreciente son: P90, Ácido Carnósico, Extracto de Granada, Apigenina-Agua e Hidroxitirosol-6; alcanzando una capacidad de protección del 65% (p<0,001). Nuestros resultados muestran que no hay una única estructura química relacionada con dicha capacidad de protección. Su capacidad antioxidante determina el grado de protección fundamentalmente en la administración de sustancias antes de la radiación; sin embargo, la liposolubilidad de dichas sustancias aporta mayor grado de protección en la administración inmediatamente después de la exposición a radiación ionizante. En conclusión, la utilización clínica de nuestro colimador con filtración compensada, consigue una optimización de la técnica radiológica estudiada (TLC), posibilitando una reducción global del 66% de la dosis de radiación administrada manteniendo la calidad de la imagen radiológica obtenida. Pero además, es posible utilizar sustancias antioxidantes no tóxicas y habituales de la dieta humana, que pueden disminuir el daño genotóxico inducido por la radiación ionizante mostrando una capacidad de protección hasta del 74%. Su capacidad de protección, administradas antes de la exploración radiológica, no supone toxicidad alguna, por lo que su utilización no debería depender ni de los niveles de dosis administrados, ni del daño biológico esperado ya que siempre conseguirían disminuir el daño biológico hasta los niveles que son razonablemente posibles en estos momentos.